El Hospital Militar se prepara para un 'maratón' de implantación de prótesis

En una semana han llegado al Hospital Militar de Zaragoza la mayor parte de las prótesis de brazos y piernas que van a utilizarse para las intervenciones de 13 de los 17 heridos militares ucranianos porque  se encuentran hospitalizados. 

Estos hombres están muy necesitados de nuevas extremidades. Sufrieron amputaciones hace varios meses a consecuencia de la guerra de la invasión rusa en Ucrania. 

Hay uno de ellos, Oleksandr T., que necesita dos piernas y una mano. Era sargento médico en el ejército ucraniano y sacaba a los heridos en la zona roja de la guerra, a vaces a caballo o a corderetas. Otra mujer, Djita, tienen solicitada una, y si marcha bien le pedirán otra.  

Fuentes militares señalaron que los datos de los heridos en Ucrania son demoledores: se estima que pueden ser unos 6.000 los ucranianos heridos por explosiones. 

Por eso, agregaron que las intervenciones para la implantación de  prótesis a los heridos que han sido trasladados a España son las más necesarias. Se han traído estas ortopedias de la empresa Zaraorto, Centro Ortopedia y del centro ortopédico Ortovital, que suministran los laboratorios Ottoboch y Ossur.  

De hecho, hasta ahora ya han pasado por el Hospital Militar dos médicos rehabilitadoras y un fisioterapeuta procedentes de hospitales y universidades de Ucrania (van a incluir esta asignatura en los estudios) en el último mes para formarse en este tipo de tratamientos. Con su traslado se pretende que ellos a su vez formen a otros profesionales y se multiplique su aprendizaje.

Oliver Duch

Formación de sanitarios ucranianos 

El plan permite que los sanitarios ucranianos se formen en la capital aragonesa para aprender con los facultativos destinados en el Hospital General de la Defensa, donde residen en una habitación durante las dos o tres semanas que permanecen.

Aun así, en los últimos quince días solo ha podido acudir una médico porque los ucranianos han impedido la salida del país facultativos varones, ya que se encuentran movilizados todos los hombres que tengan entre 18 y 65 años.

El hecho de que hayan llegado las nuevas prótesis para colocárselas a los heridos, dentro del programa que financia el Gobierno de Aragón, va a posibilitar que en el próximo relevo de los médicos ucranianos puedan llegar a acudir de cuatro en cuatro para que estas operaciones en el Hospital Militar sean más rentables para los aprendices. 

Fuentes militares detallan que las dos administraciones abonan el coste de las prótesis, según el catálogo de prestaciones nacional, y son las mismas que se aportan a cualquier español, ni mejor ni peor. 

Está previsto que este relevo se produzca a finales de este mes cuando un avión militar del Estado español aproveche el envío de material y armamento a Ucrania en un viaje de ida hasta Polonia y los facultativos que vienen a aprender puedan subirse en el de vuelta hasta la Base de Zaragoza.

De los 17 heridos, hay dos que se encuentran ingresados en el Hospital Miguel Servet y otro que reside en un domicilio y acude al tratamiento de fisioterapia cada jornada. 

Fuentes militares señalaron que el más grave de los que recibieron en el último viaje es un ucraniano que sufre una lesión medular que le afecta a la tercera vértebra de la espalda, le obliga a estar tumbado y le impide tener movimiento. “Es similar a lo que  le pasó al piloto del cazabombardero, que se ha recuperado y ya ha regresado a su país después de pasar un año en Zaragoza”, agregan las mismas fuentes.

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Alta para el piloto del F-18 en el Servet

Por otro lado, el piloto del cazabombardero F-18 del Ala 15 que sufrió la caída del avión el pasado 20 de mayo en una exhibición celebrada en la Base Aérea de Zaragoza ha sido dado de alta de la sección de Traumatología del Hospital Miguel Servet, donde ha sido atendido en las últimas semanas.

El capitán Daniel Pérez Carmona tuvo que eyectarse a tiempo, con un paracaidas, cuando pudo situar el F-18 dentro de las instalaciones militares y sus heridas provocaron que le operaran la pelvis y la atención de un tobillo. Fuentes militares señalaron que el oficial todavía tiene que movilizarse en silla de ruedas para acudir diariamente al Servet para realizar los ejercicios de rehabilitación.