vacaciones
Vacaciones en autocaravana: “Hemos visitado lugares que serían impensables de otra manera”
Sigue al alza la demanda de autocaravanas como alternativa al hotel o apartamento para las vacaciones de verano.
Llega el calor y con él, la hora de pensar en las vacaciones. El hotel de playa es un clásico entre los aragoneses por la cercanía y los lazos que nos unen con algunos destinos de la comunidad vecina. También hay quien opta por pasar sus días de descanso haciendo turismo por destinos nacionales o internacionales y, cada vez más, quien decide hacer una mezcla entre ambas opciones y alquilar una autocarvana.
De hecho, las empresas del sector han constatado un incremento constante de la demanda de estos vehículos durante la temporada de verano desde la pandemia. “En los últimos dos años los alquileres han aumentado un 20% y para esta temporada tenemos julio y agosto completo. No nos quedan autocaravanas para estos dos meses”, dice Maite Blanco, gerente de la empresa Autocaravanas Aragón.
Este incremento del interés entre la población se ha hecho patente también por un aumento de las empresas dedicadas a la venta y alquiler de estos vehículos en la comunidad y al aumento del número de matriculaciones que se han realizado. “En la actualidad hay un 20% más de vehículos de este tipo que en 2021 en Aragón”, señala Blanco.
“Nosotros hemos doblado la flota que teníamos el año pasado en Zaragoza y para esta temporada ofertamos 30 autocaravanas ante la gran demanda que existe”, anuncia Jaime Gil, director de negocio de la empresa de alquiler de autocaravanas Topcaravaning, y recuerda que hace tres años “operábamos solo con 3 vehículos”. Para esta temporada “tenemos ya el 75% de la ocupación completa y hay fechas en las que ya no habría disponibilidad”, apunta Gil.
Familias que buscan libertad
Sobre el perfil del cliente: “Son familias con niños que buscan libertad”, afirma Maite Blanco. “No quieren meterse en un hotel y hacer lo mismo cada día. Quieren poder cambiar de planes, no tener que tener todo organizado y decidir en el momento lo que quieren hacer o dónde ir. Les da autonomía y una libertad total”, explica.
Aunque este es el cliente más habitual, “ha cambiado algo el perfil y se están introduciendo cada vez más parejas jóvenes o grupos de amigos que buscan todo lo que ofrece este modo de viajar”, apunta, Jaime Gil, por su parte. “Muchos de estos nuevos clientes recorren partes de España o Europa con la autocaravana y, fuera de nuestras fronteras resulta una alternativa más económica que un apartamento o una habitación de hotel porque, por ejemplo, en Suiza, Alemania o los Alpes, los alquileres está carísimos”, asegura Gil.
Sin embargo, alquilar uno de estos vehículos no es barato. Depende de las características de la autocaravana, pero la tarifa por día está en torno a los 150 euros y por semana oscila entre los 1.000 euros del modelo más sencillo, para 3 personas, y los 1.300 euros que cuesta una autocaravana de 7 plazas. Un presupuesto similar al que una familia de tres o cuatro personas puede gastarse en un hotel de playa de categoría media. Y a esto hay que añadir, además, las comidas y la gasolina.
De Zaragoza a Cabo de Gata con dos niños
“Barato no es, pero hemos optado por esta manera de pasar las vacaciones este año para que los niños viviesen una experiencia diferente”, dice Adriana Blasco. Esta zaragozana ha alquilado junto a su pareja una autocaravana de 7 plazas con la que viajarán a Cabo de Gata, en Almería, la última semana de junio.
“Nos vamos 8 días y nos ha costado 1.550 euros sin contar la gasolina ni las comidas, y hemos optado por un modelo de los grandes para estar más anchos”, confiesa. La suya, tiene una cama de matrimonio, dos camas individuales y una zona de estar, además de un baño y cocina. “Es como llevar la casa a cuestas”, apunta Blasco.
“Nosotros ya habíamos viajado en autocaravana una vez pero fue hace 20 años y fuimos con unos amigos. En esta ocasión, queríamos que nuestros hijos viviesen esa experiencia de libertad que se siente al poder cambiar de lugar cuando te apetece y sin tener unos planes totalmente definidos”, explica esta vecina de un barrio rural de Zaragoza, que tiene dos hijos de 8 y 5 años.
“La idea es hacer rutas por las playas de Almería para conocer un poco más esa zona. Pernoctaremos donde podamos e iremos a los lugares específicos para autocaravanas para recargar el agua y las baterías, y vaciar las aguas negras del sanitario”, señala Blasco. “Queremos pasar al aire libre todo el tiempo posible e ir solo a la autocaravana a descansar. Esperamos no acabar tirándonos de los pelos porque son muchos días en un espacio relativamente pequeño”, bromea.
A la larga, mejor comprar que alquilar
La opción alternativa al alquiler es la compra de estos vehículos. Una nueva sale por unos 70.000 euros, pero de ocasión se puede adquirir a partir de 50.000. “Hay pocas ventas de primera mano porque no hay vehículos suficientes. La escasez de materiales y algunos problemas de suministro derivados de la guerra de Ucrania, han frenado el sector”, asevera Jaime Gil. Sin embargo. “Sí que se mueve bastante la compra de segunda mano. Nosotros vamos a sacar 30 a la venta el próximo octubre y ya tenemos 5 reservadas y mucha gente interesada”, añade el responsable de Topcaravaning.
Y es que, a la larga, una caravana en propiedad sale mejor de precio si se le va a dar mucho uso. Eso es lo que pensaron Begoña Muñoz, su marido y sus dos hijas cuando, hace 7 años, adquirieron una de primera mano que les costó 50.000 euros, “más la matriculación y las mejoras que le hemos hecho con el paso de los años”, apunta esta zaragozana de 55 años, que viaja siempre que puede en este vehículo junto a su familia.
“Hemos viajado por casi toda Europa y visitado muchas cosas que serían impensables de otra manera”, confiesa. “Estuvimos 20 días en Suiza, donde está todo carísimo, y solo pagamos la gasolina porque nos abastecimos de comida en Francia, antes de entrar, y en Alemania, antes de regresar”, recuerda Muñoz.
“Salimos casi todos los fines de semana a un destino más cercano y para el verano elegimos algo más alejado. Este año nos vamos los cuatro a Praga, Venecia y Mónaco”, anuncia Begoña. “Mi hija mayor, que tiene 23 años y normalmente ya no viaja con nosotros, también se ha animado porque el destino es laminero”, apunta Muñoz.
“A mí me ha dado mucha libertad, porque decides en el momento dónde quieres ir, te llevas cuatro cosas de comida, y a funcionar. De hecho, me crearía mucho estrés pensar en reservar hoteles y vuelos”, asegura esta amante del 'caravaning'. “Para mí es una manera de viajar sin prisas, sin horarios y parando donde toque” concluye.
