entrevista 

Javier Mur: "La guerra de Ucrania hace más asumible el gasto en defensa"

El general del Ejército de Tierra, natural de Huesca, pasa a la reserva tras haber dirigido la Brigada Aragón I durante los últimos cuatro años.  

El general oscense Javier Mur, en la Brigada Aragón.
El general oscense Javier Mur, en la Brigada Aragón.
Ejército de tierra

Nacido en Huesca en 1964, el general Javier Mur está casado y tienen tres hijos. Acaba de pasar a la reserva tras permanecer cuatro años al frente de la Brigada Aragón I y repasa su estancia allí. Se siente muy satisfecho con la celebración en su ciudad natal el año pasado el Día de las Fuerzas Armadas y cómo superaron haber compartido misiones entre Líbano, Mali y Estonia.  

¿Qué balance hace de su estancia en la Brigada Aragón, que multiplicó sus efectivos entre Líbano, Mali y Estonia?

Muy positivo. En cuatro años he afrontado situaciones muy complicadas. Al año de hacerme cargo del mando llegó la epidemia de la covid-19 y eso supuso un reto al estar muy involucrados en el apoyo a la población. Lo simultaneamos con la transformación de la Brigada, al segregar los regimientos en varias unidades, y la puesta en marcha de tres contingentes muy exigentes para ir a Líbano, Mali y Estonia. Cumplimos las misiones sobradamente y estoy muy orgulloso.

¿Cómo lidiaron con la pandemia mientras la vecina Academia General Militar tuvo que cerrar?

Teníamos una ventaja, porque el grueso del contingente no está internado como en la Academia. Seguimos estrictamente los protocolos del Ministerio de Defensa, con turnos de trabajo, personal en casa y vacunar al 90% del personal. Al principio el impacto de la covid fue grave, pero no disminuyó la capacidad de la Brigada. Hicimos los cometidos de la Operación Baluarte, como asegurar el confinamiento, apoyar a los rastreadores del Ministerio de Sanidad y a los equipos móviles. En el momento más duro el personal infectado con cuarentena no pasó del 20%.

En el campo de San Gregorio han estado 3.900 militares de cinco países de la OTAN en la misión Defender Europe. ¿La guerra de Ucrania necesita más interoperabilidad entre los aliados?

Sin duda. La OTAN trabaja la interoperabilidad y sus misiones demuestran que hay que mejorarla, sobre todo en el mando de control para asegurar la sincronización de los esfuerzos. Nuestra brigada está hermanada con otra italiana. Ejercicios como el Defender Europe vienen muy bien y la División Castillejos, a la que pertenece nuestra brigada, fue la primera vez que lo mandó. Era un planeamiento muy exhaustivo y la comunicación funcionó bien.

¿Asume más ahora la sociedad que la defensa es necesaria?

Sí. La guerra de Ucrania ha marcado un antes y un después en la percepción sobre la necesidad de invertir en la defensa. Es un servicio básico para la sociedad y el ciudadano, y empieza a entenderse. El gasto en defensa es asumido con más naturalidad, como en el resto de los países de la OTAN. Vamos a mejorar las inversiones y eso será positivo para las Fuerzas Armadas.

¿Usted es oscense, cómo lleva las relaciones de la ciudad de Zaragoza y la Brigada Aragón?

La Brigada Aragón tiene dos núcleos: el cuartel general y varias unidades en Zaragoza, mientras hay otras dos en Barcelona y Gerona. Es muy joven y la procedencia del personal es de toda España. Como oscense y aragonés, ha sido una satisfacción y un acicate haber estado aquí, por la relación magnífica con las autoridades civiles en Zaragoza, como también la tuve en Cataluña.

Los tanques Leopard cedidos por España a Ucrania llevaban paralizados doce años, pero parece que funcionan muy bien. ¿Qué opina sobre esta cesión?

El carro Leopard 2E (el que tiene la Brigada Aragón) es un magnífico tanque, como un Abrams americano, y el antiguo (4A2) se ha puesto en servicio en poco tiempo, lo que habla muy bien de la industria. Las tripulaciones ucranianas se formaron aquí y se fueron muy contentas por el grado de instrucción.

¿Cuál es el futuro de la defensa, ante amenazas que van desde Ucrania al Sahel?

En España no podemos dejar de ver nuestro espacio de seguridad, nuestra frontera en el sur con el Magreb, porque es de donde vienen las amenazas. En el siglo XXI la defensa es compartida y España actúa respaldando a los aliados. Es obligada la presencia en Letonia, con el compromiso a una nación amiga de la OTAN, pero España no puede perder la perspectiva de que nuestro lugar de control se encuentra en el sur.

¿Cómo va a ser para su brigada la formación de ucranianos en el segundo semestre de este año?

La Misión de Asistencia Militar de la Unión Europa a Ucrania (EUMAM) no es nueva, pero ahora nos toca más de cerca porque tenemos una guerra en ese país amigo y es el apoyo de España para ayudarles. Vamos a relevar al Mando de Tropas de Montaña desde el 2 de junio y se formará al personal ucraniano básico y algunos específicos, como ingenieros y suboficiales, porque es muy versátil y se responde a las necesidades que transmite su Ministerio de Defensa, con quien hay una fluida comunicación.

¿Qué opina del despliegue que supuso para Aragón la instalación de la División Castillejos en Huesca que ha dirigido un ejercicio de la OTAN?

Es la única División con cuartel general operativo y desplegable en el exterior. Por eso se adiestran en ejercicios como Defender Europe 2023, donde han demostrado su actividad. En tres años, ha logrado cubrir sus plantillas, con 700 efectivos en Huesca, tras llegar el Régimen de Transmisiones, y es un éxito que se haya realizado su traslado desde Madrid al adquirir su capacidad operativa plena.

Al pasar a la reserva, ¿se ve en algún destino más estratégico?

Cuando pasas a la reserva no puedes entrar en un destino con mandos de la fuerza e ir a un puesto de gestión del ejército, donde ayudes desde una segunda línea, que también es muy necesaria, como el apoyo de personal, institucional o de sostenimiento. Estoy pendiente al futuro destino para continuar con mi experiencia y conocimiento.

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