Heraldo del Campo

Entrevista

Lorenzo González Martín: "Es importante adaptar las variedades a la actual situación de cambio climático"

La Unidad de Semillas del CSCV juega un papel clave en el control de las semillas certificadas. Su responsable apuesta por la investigación para mejorar las variedades.

En la imagen, Lorenzo González Martín, en la sede de la Unidad de Semillas.
En la imagen, Lorenzo González Martín, en la sede de la Unidad de Semillas del CSCV.
S.P.

Lorenzo González Martín, jefe de la Unidad de Semillas del Centro de Sanidad y Certificación Vegetal (CSCV), organismo dependiente del Gobierno de Aragón, está al frente, desde hace siete años, de esta entidad que vela por asegurar la mejor calidad en las semillas certificadas. Trabajó en diversos temas relacionados con la agricultura ecológica y la regulación de mercados.

Aragón ocupa el cuarto lugar en superficie dedicada a la producción de semilla certificada de cereal de invierno.

Así es, la primera es Castilla-León, con cerca de 39.700 hectáreas; seguida de Castilla-La Mancha, con 38.900;  Andalucía, con 37.900, y Aragón, con 34.856. Ya muy por debajo está Cataluña, con 13.000, o Navarra, con alrededor de 10.000. En total, en España se comercializan 488.894 toneladas de semilla certificada.

¿Estas cifras se mantienen en el tiempo o el hecho de que haya habido malas cosechas en las últimas campañas influye en la elección o no de semilla certificada?

Es cierto que este año y el pasado, como consecuencia de la sequía acusada que venimos sufriendo, se ha producido un ligero descenso en la producción de las semillas certificadas, pero es mínimo. En una línea cronológica temporal, el crecimiento ha sido importante en los últimos años.

"La investigación juega un papel clave. La semilla en una explotación es lo primero"

¿Cómo de importante?

En el caso de la cebada se ha duplicado casi su uso, pasando de los 17 millones de kilos en 2003, a los 35 millones del actual ejercicio. En el caso del trigo blando, fueron 9 millones en 2003 y 19 en la actualidad.

En esta situación, con un cambio climático mas que evidente, ¿se seguirá apostando por el uso de semilla certificada a pesar de ser más cara?

Desde luego que sí, porque es sinónimo de calidad y trazabilidad y, sobre todo, garantiza una serie de parámetros que otras semillas no lo hacen. Es cierto que son un poco más caras, pero cada año se incrementa su uso por la rentabilidad final.

"La semilla certificada es sinónimo de calidad y trazabilidad y, sobre todo, garantiza una serie de parámetros que otras semillas no lo hacen"

¿Qué garantías tienen este tipo de semillas?

Una semilla certificada es una garantía para el agricultor sobre cuestiones tan importantes como su origen, trazabilidad, homogeneidad, pureza específica, pureza varietal, germinación y ausencia de otras semillas no deseadas en la siembra. Supone un ahorro de tiempo y de dinero porque asegura la calidad de la semilla y hace que se necesite una menor dosis de siembra. La semilla certificada es un producto estandarizado y con un doble control.

¿En qué consiste este doble control?

Por una parte, la empresa productora hace un primer control de sus parcelas y luego el organismo oficial responsable, en este caso la Unidad de Semillas del Centro de Sanidad y Certificación Vegetal (CSCV) del Gobierno de Aragón, realiza el segundo. Nuestros inspectores, una vez finalizado el pre-control y con los resultados obtenidos, realizan visitas de inspección a las parcelas de las entidades productoras de semillas en Aragón que presenten incidencias. Posteriormente, se realizan análisis de las muestras de semilla en los laboratorios de las empresas productoras y en el laboratorio oficial del CSCV.

La Unidad de Semillas cuenta con el respaldo de la Entidad Nacional de Acreditación (ENAC). ¿Qué supone esta garantía?

Esta acreditación del laboratorio es para nosotros muy importante porque es una garantía absoluta de cara al agricultor, ya que lo que nosotros y la empresa productora de semilla supervisamos está aprobado por una unidad externa que certifica y valida los ensayos de cuenteo, pureza y geminación de los cereales y del maíz, que tiene un reglamento diferente.

Pero no todas las semillas que llegan a la Unidad se certifican.

Normalmente, en torno el 3% de los lotes no pasan los filtros.

Estamos hablando de semillas de una gran calidad. ¿Qué lugar ocupa la biotecnología en toda esta apuesta por la semilla certificada?

La investigación juega un papel clave. La semilla en una explotación es lo primero. Es la parte más importante, más allá de la maquinaria con la que contemos o los productos fitosanitarios que se empleen. Si se planta una mala semilla no conseguirás una cosecha buena. En el actual contexto de cambio climático, la semilla es fundamental.

¿Es importante buscar variedades más adaptadas a las exigencias climáticas de cada zona?

En los últimos años la investigación en semillas se ha orientado hacia la productividad. Las empresas obtentoras han desarrollado nuevas variedades con producciones muy altas y resistencia a enfermedades. Actualmente, se está investigando en variedades resistentes a la sequía y a otros factores originados por el cambio climático, lo que supone un nuevo reto.

En los últimos años la investigación en semillas se ha orientado hacia la productividad

Este año se quedarán muchos campos sin cosechar.

Es cierto que no van a cosechar un montón de hectáreas de secano y eso es una ruina para el agricultor. Hay que seguir investigando en nuevas variedades, los centros de investigación y las casas comerciales no podemos olvidarnos de esto.

¿Cuántos kilos de cereal de secano procesan al año en la Unidad de Semillas?

Aquí trabajamos con muchas especies y en años más o menos normales podemos procesar 90 millones de kilos y 35 de grano acondicionado. En Aragón contamos con 60 empresas de producción de semillas certificadas, y 17 son de otras Comunidades Autónomas, sobre todo Cataluña, que eligen Aragón porque hay buenas condiciones de regadío, con fincas grandes. Otras 31 tienen su sede en Aragón.

Tal vez por eso el Ministerio de Agricultura les eligió ya hace tiempo para los precontroles y postcontroles de cereal de invierno.

El postcontrol que se hace todos los años es un ensayo de las variedades de invierno que hacemos aquí, en un terreno que oscila entre las 8 y 9 hectáreas, divididas a su vez por parcelas, y que nos sirve para determinar la pureza varietal de las semillas sembradas en Aragón y otras regiones. Hace unos días recibimos la visita de más de 60 empresas y agentes públicos para ver sus variedades.

¿Estos postcontroles y precontroles son importantes?

Sin duda alguna. Si algo no funciona bien, nosotros lo detectamos y las empresas atienden nuestras indicaciones. La pureza varietal solo se hace una vez al año en el precontrol y postcontrol.

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