Desde hace unos días los aficionados a la naturaleza pueden ver cómo la zorra 'Cartuja' se refugia por el día en los sotos de ribera y, de madrugada, hace algunas excursiones que le llevan, incluso, a cruzar la autovía de Castellón. 'Cartuja' es un pequeño ejemplar adulto de zorro que fue capturado y posteriormente puesto en libertad en la ribera del Ebro y que se ha convertido en protagonista de una investigación emprendida por el doctor en Veterinaria Javier Millán. El especialista en sanidad de fauna silvestre ha ideado un sistema que permite seguir los pasos y ver en tiempo real cuáles son los movimientos de un pequeño carnívoro liberado hace apenas 11 días.

“El objetivo último del proyecto es conocer un poco más acerca de cómo estos animales se adaptan a vivir en un espacio absolutamente dominado por humanos y las amenazas que esto supone: desde las enfermedades que les pueden transmitir los perros hasta riesgos más evidentes como los atropellos”, explica el investigador, afiliado al Instituto Agroalimentario de Aragón (IA2) en la Facultad de Veterinaria y miembro de la Fundación Agencia Aragonesa para la Investigación y el Desarrollo (ARAID). 

Además, este rastreo se está llevando a cabo de una forma especial dado que se está probando “un dispositivo ‘low cost’ para seguimiento por GPS de estos animales”. “Un collar GPS para fauna puede costar hasta 3.000 euros y aquí hemos adaptado un pequeño dispositivo de la marca ChipFox, que se vende para saber dónde está tu coche o tu perro de caza. Vale entorno a 100 euros y lo hemos adaptado a un collar que lleva el animal”, comenta Millán. Al mismo tiempo, este estudio servirá para ver si este tipo de artefacto funciona y cumple su cometido con la fauna silvestre “antes de hacer un estudio a mayor escala”. Aunque existen decenas de programas de monitorización de animales con dispositivos GPS, nunca la fauna urbana de Zaragoza se había estudiado de esta manera. 

Javier Millán

¿Y qué resultados está dando? “Por ahora, Cartuja se ha movido en un espacio relativamente pequeño. Pasa el día escondida en un par de sotos, evitando la actividad humana, y cuando atardece sale en busca de comida y se ha llegado a aproximar mucho al barrio rural de la Cartuja Baja”, explica el especialista perteneciente al grupo de investigación ‘Zoonosis y enfermedades emergentes de interés en salud pública’. En las últimas horas ha llegado a cruzar varias veces la autovía de Castellón, “seguramente usando algún paso superior como el que hay frente a la fábrica de La Zaragozana. En cualquier caso, lleva poco tiempo monitorizada y es pronto para sacar conclusiones”, dice el experto.

La señal del collar debería durar entorno a un año, según las especificaciones del vendedor, si bien “ellos no lo venden con la idea de que se coloque a un animal silvestre que se mueve tanto, que se mete en el agua, que pasa mucho tiempo a la intemperie...”, explican los investigadores. “Otra cosa que también queremos comprobar es la duración de la batería”, comentan, al tiempo que también aventuran que podría darse el caso de que se le caiga el collar o que desgraciadamente 'Cartuja' muera, “debido a un atropello, una enfermedad, un ataque de perros...”. Las andanzas del animal, que por el momento mantiene un área de campeo limitada por el río y las infraestructuras, se pueden seguir en el perfil de Twitter de Millán (@millan_wildvet), donde también hay entradas con información acerca de otras investigaciones referidas a otros animales salvajes.