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Paciente con cáncer: "La mitad de la enfermedad está en la cabeza y son los miedos"

El zaragozano Nacho Bailó sufre cáncer desde hace 15 años.

Nacho Bailó posa en un parque.
Nacho Bailó posa en un parque.
H. A.

Nacho Bailó tiene 48 años y es informático. Hace más de una década le diagnosticaron un tumor neuroendocrino en una parte del intestino. Tras someterse a una cirugía, le comunicaron que tenía cáncer metastásico de hígado.

 "Yo llevaba tiempo sintiéndome mal. Tenía taquicardias, me desmayaba en ocasiones,... De primeras no sabían qué podía ser y me empezaron a hacer diferentes pruebas. Pronto se dieron cuenta de que tenía el cáncer extendido", cuenta el zaragozano.

"Cada uno tiene su camino y hay que aprender a vivir con lo que a cada uno le toca"

"Lo cierto es que evoluciona muy lento y estuve muchos años con un tratamiento que consistía en una inyección cada tres semanas. Hace unos años también me dieron algunas sesiones de radioterapia. Ahora estoy pendiente de unas pruebas porque tengo una mancha en un hueso y no saben exactamente qué es", especifica el aragonés. 

Bailó asegura que la enfermedad le condiciona "bastante" en su día a día. "Me canso con mucha facilidad, tengo diarreas fuertes que me debilitan,...", explica. Sin embargo, tiene fuerzas para trabajar, en su profesión en la Universidad de Zaragoza. "Me dan la opción de teletrabajar y yo creo que es necesario porque te mantiene la cabeza ocupada", defiende. 

La mente, insiste, es "muy importante". "Cada cáncer es un mundo y no hay que compararse con otros pacientes que sufren lo mismo. Es un verdadero error. La mitad de la enfermedad está en la cabeza y son los miedos", reconoce. Por ello, añade, "es importante pedir ayuda". "Los psicólogos ayudan mucho y te hacen aprender a convivir con tu miedo", asegura.

"Cada uno tiene su camino y hay que aprender a vivir con lo que a cada uno le toca. Hay que confiar en los médicos e intentar superar los temores. Es difícil controlar la cabeza y en muchas ocasiones te sugestiona y eso te condiciona. Hay que luchar contra uno mismo y seguir haciendo cosas", apostilla.

"Los psicólogos ayudan mucho y te hacen aprender a convivir con tu miedo"

En muchas ocasiones, relata, se deja de hacer actividades "por el qué dirán". "Eso es lo que menos nos tiene que importar. Si veo que no voy a aguantar de pie muchas horas, voy en silla de ruedas y da igual. No pasa nada", apunta. 

En su caso, pasar tiempo con sus sobrinos es su mejor terapia: "Mi mujer también tira mucho de mí y organiza planes de ir al cine, a museos y a otros sitios. También es importante involucrarse con las asociaciones de la enfermedad, tanto la AECC como la de tumores concretos, y conocer gente. Sin duda, merece mucho la pena", declara Nacho Bailó.

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