La reina Letizia, una "gran conversadora", amante de la lectura y con discurso propio

Embajadora de lujo en la Expo 2008, la mayoría de las visitas de la Reina a la Comunidad han tenido un contenido educativo, militar, deportivo y cultural.

Doña Letizia, en una de sus visitas al recinto de Ranillas en la Expo 2008
Doña Letizia, en una de sus visitas al recinto de Ranillas en la Expo 2008
HA

Pronto recibió la reina Letizia el cariño del pueblo aragonés. En mayo de 2004, dos días después de su boda, llegaban unos jovencísimos Felipe y Letizia a Albarracín, donde les brindaron una cálida acogida. Fue toda una revolución: los príncipes hacían escala en Aragón en su viaje de novios. Y era todo un "honor", como reconocía Francisco Martí, entonces alcalde, que explicaba que se hacían fotos "como cualquier turista". Eran y siguen siendo, precisamente, esa cercanía y esa sencillez en el trato dos de sus rasgos más valorados. La cercanía quedó patente en una de sus múltiples visitas a Zaragoza por la Expo 2008, en la que comieron con los trabajadores en la cantina el menú de 6,4 euros con lentejas, escalopines y yogur ese día.

De doña Letizia destacan su cordialidad y su capacidad de trabajo. Es una "gran conversadora", amante de la lectura y, casi con seguridad, curiosa; señas de identidad que, como periodista, seguro cultivó en su trayectoria profesional. Pocos presentes resultan, en este tipo de casos, más atinados que un ejemplar de la primera edición de ‘El Criticón’, del genial aragonés Baltasar Gracián, regalo de bodas de Huesca. En 2014, los Reyes entregaron al Papa Francisco un facsímil del ‘Oráculo manual y arte de prudencia’, obra del jesuita, y bien se podría pensar que quedaron satisfechos.

La Reina conversa con Lambán, en Huesca
La Reina conversa con Lambán, en Huesca
Oliver Duch

El compromiso con la Expo 2008 de doña Letizia y don Felipe fue total. En enero de 2005, el presidente Marcelino Iglesias y el alcalde Juan Alberto Belloch les mostraron el proyecto y, al ver su reacción, quedaron convencidos del papel "crucial" que los Príncipes de Asturias iban a desempeñar. Y así lo hicieron.

En la mayoría de las visitas institucionales de la reina Letizia es posible encontrar un marcado contenido social. Apoyó, en 2013, los estudios de Formación Profesional en el Instituto Pirámide de Huesca; y en 2017, las aulas del IES turolense Segundo de Chomón. En 2021, presidió la apertura oficial el curso en el colegio Odón de Buen, en Zuera (Zaragoza), donde tuvo una guía muy especial, Sofía, de 8 años, que le explicó todo lo que había por ver. "Le ha encantado", explicaba resuelta la pequeña Sofía dando fe de lo "simpática" que es la Reina.

Los Reyes, en el centro, durante la celebración del 125 aniversario de HERALDO
Los Reyes, en el centro, durante la celebración del 125 aniversario de HERALDO
Toni Galán

Acompañó a doña Letizia la ministra de Educación, la aragonesa Pilar Alegría, que destaca que, más allá de limitarse a cumplir un papel institucional, la Reina "estudia y conoce perfectamente cada detalle de su evento. Sabe los nombres de las personas, y lo que hacen". Como "gran conversadora" que es, "no hay tabús a la hora de intercambiar opiniones" y es "una gran lectora". Recuerda en especial la ministra el discurso de amor por los libros que ofreció en una entrega de premios de literatura infantil y juvenil.

Recalca Alegría que a la Reina "le apasiona el mundo educativo". En el colegio Odón de Buen de Zuera, detalla, "fue salir al patio y enseguida se puso a hablar con todos los niños que allí la esperaban". Las dos conversan con frecuencia sobre "el fomento de vocaciones y la brecha de género que se da también a la hora de elegir estudios de ciencias entre las chicas". Y le preocupa que no haya barreras para ellas, para que la "educación sea una herramienta para construir la igualdad".

La aragonesa Pilar Alegría, con doña Letizia
La aragonesa Pilar Alegría, con doña Letizia
Efe

En el ámbito personal, la ministra Alegría destaca la "gran complicidad" y el "enorme cariño" que se ve en la relación de la Reina con sus hijas. "Tiene una voz propia y es muy importante, porque lamentablemente, todavía hoy, se presta más atención a lo que la Reina lleva puesto que a sus discursos. Discursos, por cierto, que realiza de una manera certera e inteligente", señala.

En la relación "estrictamente protocolaria" que ha mantenido con doña Letizia el alcalde de Zaragoza, Jorge Azcón, la Reina le ha transmitido "una personalidad serena, marcada por la cordialidad". Se percibe que es una persona "muy comprometida con las responsabilidades de su cargo y que tiene un gran interés por conocer todo lo que está relacionado con sus visitas y actos", explica. En septiembre de 2020, con motivo del 125 aniversario de HERALDO DE ARAGÓN, no le pasó desapercibida a la Reina la mascarilla de Azcón, con motivos de la Virgen del Pilar. "Es la más aragonesa", le comentó.

Si la Expo de 2008 siempre será el vínculo que une a los Reyes con Zaragoza, las estaciones del Valle del Aragón, Candanchú y Astún, les conectan con Huesca y el Pirineo. Desde siempre. Quedó claro con los gestos de condolencia de la familia real por la reciente muerte de Eduardo Roldán.

Huesca capital fue el último destino de los Reyes en la Comunidad. El 28 de mayo pasado fueron vitoreados en el desfile de las Fuerzas Armadas. Reconocía el alcalde Luis Felipe que para la ciudad fue un día "especial". Se mostró "orgulloso" Javier Lambán, presidente de la DGA, de que los oscenses dejaran claro "su amor a España, a la Constitución y a las Fuerzas Armadas". Esa ha sido la constante en todas sus visitas a Aragón. Varias son las ediciones en las que presidieron la entrega de Reales Despachos en la Academia General Militar de Zaragoza.

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