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La red viaria aragonesa figura entre las peores del país por el mal estado del asfalto

Un informe de la Asociación Española de la Carretera suspende también a la Comunidad en el mantenimiento de la señalización tanto vertical como horizontal.

Las vías aragonesas precisan de una gran inversión para acabar con baches y grietas.
Las vías aragonesas precisan de una gran inversión para acabar con baches y grietas.
Toni Galán

Las carreteras españolas "están a años luz" de convertirse en infraestructuras verdes y conectadas como en unos años exigirá Europa. Más lejos aún están las vías aragonesas que, según un detallado informe de la Asociación Española de la Carretera (AEC), figuran entre las peores del país, tanto por su escaso mantenimiento del firme como por su mejorable estado de señalización.

Aragón, Comunidad Valenciana y Galicia -por este orden- presentan la red viaria con mayor déficit de conservación por kilómetro, lo que puede tener un reflejo en los datos de siniestralidad y, también, en los bolsillos de los usuarios, dado que "circular por carreteras en mal estado dispara el consumo de combustible por encima del 10%".

Según el citado estudio de AEC, que lleva por título ‘Necesidades de inversión en conservación’, el ‘efecto covid’ ha ralentizado el deterioro del pavimento, pero aún así hay muchos tramos en las carreteras aragonesas con el firme agrietado o deformado. De hecho, Aragón es la Comunidad con una peor calificación en lo que a asfaltos se refiere (apenas suma 90 puntos), muy lejos del País Vasco (192) y Extremadura (171), que son las que presentan mejores notas. La red aragonesa baja tres puntos su nota respecto al estudio anterior, completado en 2019, y tan solo La Rioja (95) y Asturias (100) presentan notas tan pobres como la red aragonesa. La AEC explica que las reducciones de movilidad derivadas de la pandemia (la auditoría se llevó a cabo el pasado verano) han hecho que el deterioro aumente en menor medida y también señala que las vías de titularidad del Ministerio de Transportes (no tanto las autonómicas) son las que más han empeorado.

Aragón remonta levemente su calificación en lo que a señalización vertical se refiere (aquí el problema es que muchas señales tienen más de 7 años y pierden su condición reflectante), pero vuelve a la parte baja de la tabla en el examen de señalización horizontal, pues sería conveniente repintar un buen montón de marcas viajes. Reseñable es también, eso sí, que Aragón está mejor que la media nacional en lo que al estado de las barreras de seguridad y los balizamientos se refiere.

La Asociación Española de la Carretera -organización que colabora con unas 200 entidades, entre las que se incluye la administración, centros de investigación o grandes constructoras)- ha auditado más de 101.000 kilómetros de vías en todo el territorio nacional: 26.000 de la red estatal y 75.000 de la autonómica.

Circular por carreteras en mal estado dispara el consumo de combustible por encima del 10%

En el trabajo de campo se ha analizado además de los citados parámetros (asfalto, señales, barreras…) otros diez ítems para concluir que en España harían falta unos 9.900 millones de euros de inversión para poner a punto todas las infraestructuras viarias. Aragón, de nuevo, figura entre las comunidades que suman más déficit acumulado por cada kilómetro que atraviesa la región, dado que se calcula que serían precisos hasta 959 millones para dejar la red en perfecto estado de revista. Otros territorios como la Comunidad Valenciana -con una orografía menos compleja que la aragonesa-, Murcia o las dos Castillas tampoco salen bien paradas en una comparativa en la que el País Vasco, Cantabria y Extremadura ocuparían el podio de honor.

El informe sobre el análisis viario advierte de que "la subida de los precios sitúa el déficit de conservación en máximos históricos" y teme que el incremento de los costes de los materiales por la crisis energética haga muy difícil revertir la tendencia en los próximos meses.

El informe hace referencia a todas las vías, independientemente de su titularidad.
El informe hace referencia a todas las vías, independientemente de su titularidad.
Heraldo

No obstante, desde el Gobierno de Aragón informan de que la inversión en 2022 para tareas de acondicionamiento y mejora de firme, conservación, eliminación de puntos de concentración de accidentes asciende 48.947.600 euros. Explican fuentes del Ejecutivo, además, que habrá ‘un antes y un después’ en la red viaria aragonesa cuando se apruebe un Plan Extraordinario de Inversión en Carreteras en Aragón, que está a punto de licitarse y en el que está previsto que se inviertan unos 629 millones en los ejes principales. El consejero José Luis Soro explicó recientemente que se trata de un modelo de concesión de obra pública con pago por disponibilidad a 25 años y que permitirá actuar en 1.800 kilómetros, divididos en 11 itinerarios. “Aragón es pionera en el Estado a la hora de plantear este tipo de modelo de gestión y mejora de la red pública, dado que es necesario buscar nuevas fórmulas para atajar los problemas de seguridad vial”, afirmó Soro.

La DGA ultima un Plan Extraordinario que invertirá hasta 629 millones en 1.800 kilómetros

Pero, ¿qué carreteras aragonesas concretas ha analizado el estudio? Desde la AEC explican que no pueden facilitar esta información, dado que los tramos evaluados se seleccionan aleatoriamente y forman parte de una muestra. Además, "como en el informe ofrecemos un indicador territorial, calculado a partir de una media ponderada entre los resultados que cada región obtiene para la red del estado y para la autonómica, preferimos no significar ninguna de las dos, porque a los usuarios les da igual la titularidad de la red, lo que demandan es que las carreteras por las que circulan estén en buen estado", explican.

La AEC empezó a revisar la red viaria en 1985 y desde entonces viene realizando campañas de inspección que han derivado un informes bienales. El de 2022 es poco halagüeño en relación a los anteriores porque evidencia, como mal común en toda España, la caída de la inversiones y el progresivo deterioro de una red que “no está preparada para convertirse en infraestructuras verdes y conectadas” como exige el Pacto Verde Europeo y los Objetivos de Desarrollo Sostenible. La investigación concluye que un 70% de las carreteras son seguras, pero que solo el 43% están preparadas para su adaptación a la futura movilidad. Además, únicamente el 14% podrían iniciar "el proceso de transición ecológica derivado de las exigencias y los compromisos internacionales".

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