prisiones
El Rambo de Soria ya está en libertad
El zaragozano Fernando Domínguez ha cumplido 25 años de prisión por el doble asesinato de un guardia civil en Matalebreras y el joven Borja Guisande cerca de Soria.
El asesino zaragozano Fernando Domínguez Hernández, conocido como el 'Rambo de Soria', ya es libre después de llevar media vida metido en prisión en cumplimiento de la condena por matar al guardia civil Alejandro García Velasco en la localidad soriana de Matalebreras y al joven Borja Guisande, de 21 años, en una granja de cerdos próxima a Soria. El suceso, que fue muy mediático, ocurrió durante tres días de marzo de 1997 y, después de cumplir 25 años en prisión, salió en libertad el pasado 25 de febrero, según confirmaron este viernes fuentes penitenciarias a HERALDO.
La Audiencia de Soria le condenó a una pena de 71 años y 8 meses por el conocido triple crimen de Soria porque en la sentencia consideró que el acusado no mató a su compañero Antonio Navarro, con quien llegaron a la capital soriana con la intención de atracar un Sabeco, algo que no hicieron porque se adelantó el furgón de recaudación. Secuestraron a un taxista al que metieron en el maletero y después fueron a Matalebreras para coger el autobús de vuelta a Zaragoza y allí comenzó la masacre.
La historia dio la vuelta a España porque mientras estaban en la gasolinera de la localidad soriana llegaron dos oficiales de la Guardia Civil y cuando identificaban a Antonio Navarro, su compañero Fernando Domínguez sacó el arma y vacío el cargador, provocando la muerte del teniente Alejandro García Velasco y heridas al capitán. En ese rifirrafe, falleció Navarro de un disparo a cañón tocante.
El suceso provocó la huida del zaragozano hacia la capital soriana y un gran despliegue de la Guardia Civil que movilizó a un centenar de efectivos, con varios helicópteros de apoyo durante dos días, hasta que fue detenido. Pero antes del arresto, Domínguez acabó con la vida del joven Borja Guisande, de 21 años, el familiar de un forense al que remató de dos tiros cerca de una granja de cerdos. Ese suceso le hizo desmoronarse al recordarlo en el juicio.
Una carta a un abogado de la acusación
El abogado de la acusación particular, Fernando Lacruz, recibió una carta de agradecimiento del acusado después del juicio por su “objetividad” al no acusarle por la muerte de su compañero Antonio Navarro, porque se produjo cuando Domínguez estaba huyendo y las balas utilizadas eran distintas al arma que llevaba el acusado.
El zaragozano ha cumplido 25 años de cárcel de la condena, ya que entró detenido en marzo de 1997 y salió en libertad el pasado 25 de febrero a primera hora de la mañana. En este tiempo pasó por varias prisiones como la de Soria, Daroca o Zuera. Entró en la cárcel con 31 años y acaba de salir con 56.
Su comportamiento en los centros penitenciarios le llevó a estar los últimos tres años y medio ingresado en el CIS (Centro de Inserción Social) Las Tres Rosas de Torrero, desde 2018. Además, su traslado se hizo sin ruido mediático y coincidió con los dos años de la pandemia (2020-2022), una situación que provocó la generalización del uso a todos los presos de las pulseras para no entrar en las celdas del centro.
Fuentes jurídicas critican que la indemnización a la que le impusieron en la sentencia de la Audiencia de Soria no haya sido satisfecha para las familias de Guisande y del guardia civil asesinados, aunque para recibir el tercer grado y los beneficios penitenciarios pudo hacer alguna aportación económica limitada a la cantidad que le impusieron.
La mayor parte de ese tiempo estuvo controlado por teléfono mientras tenía un trabajo en una conocida empresa de Zaragoza (la misma en la que estaba con su compañero Antonio Navarro) y su comportamiento en tercer grado era “exquisito”. “Si se retrasaba la llegada a casa desde el trabajo avisaba llamando al CIS. Era muy puntilloso con el horario”, relatan fuentes penitenciarias.
Aun así, Domínguez es el interno con una pena más alta al que se le ha concedido este régimen penitenciario en el centro de Torrero, al que aspira ahora que se lo concedan a la exalcaldesa de La Muela, María Victoria Pinilla, recién ingresada en la prisión de Zuera para cumplir la pena de once años de prisión por varios delitos de corrupción.
Fuentes penitenciarias señalaron que en la última semana había alrededor de 186 internos bajo el amparo del CIS, entre ellos cien (10 son mujeres) que están en las celdas de Torrero y salen todos los días para trabajar en la calle y los 86 que llevan pulseras, de las cuales unas 15 son mujeres.
