Rutas con niños para el puente de la Cincomarzada por Ordesa: de la Cola de Caballo al valle de Bujaruelo
Fuente de rutas y caminos asombrosos, Ordesa es un paraíso para excursionistas y amantes de la naturaleza que ofrece una variedad de senderos familiares.
Uno de los destinos clásicos, recurrentes por su belleza en Aragón, es el valle de Ordesa y su entorno. Lugar de peregrinación para ruteros, amantes de la naturaleza, y turismo de diferente índole, el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido es una fuente de rutas senderistas y enclaves impresionantes donde disfrutar. Los fines de semana y puente, como este de la Cincomarzada, caminos, montañas y pueblos de la zona se nutren de visitantes y planes familiares que alegran uno de los pulmones más solicitados del Pirineo.
En cuanto a actividades para niños y rutas senderistas de nivel fácil o medio para poder hacer con los más pequeños, existe una preciosa variedad. Una buena opción puede ser la ruta circular de las cascadas, con inicio en la pradera de Ordesa, que incluye la Cascada de Arripas, el Estrecho y La Cueva. Una agradable excursión, de unos 7 kilómetros y 250 metros de desnivel, custodiada por paredes verticales de has 1.000 metros de altura que asombra ver desde abajo. Se puede realizar en unas cuatro horas y media. Sigue el curso del río Arazas con miradores que nos descubren enclaves como el Tozal del Mallo o el Circo de Cotatuero.
Un poquito más complicada, con inicio también desde la pradera, es la ruta que nos lleva hasta la Cola de Caballo. Merece la pena. Se trata de uno de los objetivos de ruteros y excursionistas por excelencia en la cordillera pirenaica. Su popularidad rebasa fronteras. Es larga, requiere de tiempo, de unas 6 horas más el tiempo oportuno de las paradas. Nos ocupará buena parte de la jornada. En el camino, los bosques de hayas, las Gradas del Soaso, Monte Perdido o el pico Añisclo son otros atractivos que la ruta nos permite apreciar, con la joya de la corona como premio: la imponente cascada Cola de Caballo.
Otra excursión más sencilla es la ruta circular de 3,5 kilómetros de longitud por el valle de Bujaruelo. Arranca desde el refugio de Bujaruelo, al lado del bello puente románico de San Nicolás de Bujaruelo, y finaliza en el puente de Oncins. El camino sigue una pista de tierra y es guiado por el curso del río Ara, en su margen derecho. La vuelta se realizará por el margen izquierdo. Rodeados de montañas de hasta 2.000 metros de altura, también es una ruta ornitológica popular, donde se pueden observar especies autóctonas como el quebrantahuesos, el piquituerto, el águila real o el treparriscos.
De nivel intermedio es la ruta Faja Racón, que recorre esta faja a la sombra de los escarpados farallones verticales del Gallinero. Aunque tiene una dificultad técnica fácil, es larga, de poco más de 10 kilómetros, y alcanza un altitud máxima de 1.889 metros. Alcanzado el pico Gallinero, la ruta desciende a partir del circo de Cotatuero con camino de regreso a la pradera de Ordesa. Elijas la ruta que elijas, no hay que olvidar visitar los pueblos bonitos de la zona como Torla, Bielsa, Fanlo, Broto o Puértolas.
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