Crecida del Ebro en Zaragoza

Zaragoza se protege ante una riada que podría anegar 12.000 hectáreas y que pasa por la Ribera Alta sin inundar los pueblos

Sánchez confirma ayudas por la crecida y Lambán reclama el plan de 80 millones para limpiar el Ebro. Las obras ejecutadas desde el año 2015 permiten contener el impacto de la avenida en los cascos urbanos. Azcón extrema la protección de la capital y vecinos de Alfocea y Movera dejan sus viviendas por precaución.

La punta de la crecida del Ebro se acerca a la capital. Zaragoza mira al río, que este lunes cubría al completo la ribera, amenazando zonas de La Almozara y la Margen Izquierda y obligando a vecinos de los barrios rurales de Alfocea y Movera a dejar sus viviendas hasta que el riesgo baje, mientras los de Novillas volvían a sus casas aliviados. El Ebro da miedo. En 2003, 2015 y 2018 causó estragos, y ahora se extrema la prevención para evitar daños mayores. Porque las medidas de protección funcionan, y ayer quedó claro. Los cascos urbanos de Novillas, Pradilla, Boquilleni, Alcalá de Ebro, Cabañas y Remolinos se salvaron del embate de una crecida que el Gobierno de Aragón espera que anegue en la provincia unas 12.000 hectáreas.. El medio rural se sacrifica para limitar los daños en el urbano. Y las ayudas como zona catastrófica lo deberían compensar.

Aunque los vecinos de Novillas y Pradilla pasaron la noche en vilo, el limitado impacto del Ebro en los pueblos confirmó que las obras de protección ejecutadas desde 2015, el recrecimiento de Yesa y la presa de Itoiz están dando buenos resultados. "Sin embalses que contuvieran las avenidas del río Aragón, el Gállego y el resto de afluentes del Ebro estaríamos hablando de verdaderas catástrofes naturales", aseguró el presidente de Aragón, Javier Lambán. Formuló una férrea defensa de los pantanos para contrarrestar la irregular pluviometría que provoca el cambio climático. "La construcción de embalses de manera razonable y medioambientalmente no agresiva en cada momento tendrá más sentido", sostuvo, rotundo.

La coordinación entre las administraciones y los dispositivos es una de las grandes diferencias del operativo actual respecto a la deficiente gestión de 2015, cuando la falta de previsión supuso, entre otras graves afecciones, la muerte de 9.000 animales (corderos, vacas, cerdos y caballos) de explotaciones de Gallur, Boquiñeni, Remolinos, Nuez, Villafranca, Alfajarín y Alfocea.

Y otra es que las ayudas llegarán antes, incluso, de valorar los daños. Se sumó Lambán por la mañana a la petición de María Chivite de que se declaren "zona catastrófica" las áreas afectadas por la crecida y apenas unas horas después el presidente del Gobierno aceptó. El Consejo de Ministros declarará esta semana "zonas de emergencia" a territorios de Aragón, Navarra y La Rioja que han sufrido los efectos de la borrasca Barra. El aragonés Javier Lambán, que durante el fin de semana ha conversado con Sánchez sobre los daños del Ebro, explicó que una vez pase la avenida se evaluarán "de la forma más rápida, concienzuda y pormenorizada posible" los daños en el medio rural, las explotaciones agrarias y las infraestructuras urbanas para avanzar en la solicitud de las ayudas.

Aunque pasarán meses antes de que se completen los trámites que permitirán que los damnificados cobren las indemnizaciones, Lambán consideró que es una "excelente noticia" que Sánchez haya reaccionado con celeridad a su requerimiento. A los agricultores les preocupan los daños, pues la siembra está muy reciente y podría condicionar los pagos.

En lo que coincidieron el presidente aragonés, los alcaldes ribereños y los agricultores fue en la necesidad de limpiar el río. Retomó el plan Ebro 2030, que incluye actuaciones por valor de 80 millones para adecuar zonas de inundación que minimicen los daños.

Imágenes aéreas de la crecida del Ebro en Pradilla

Ya planteó Lambán a Mariano Rajoy, cuando aún era presidente del Gobierno, apoyo estatal para desarrollar este plan durante una visita a la Moncloa en abril de 2018, a la que acudió con un puñado de los pocos espárragos de Quinto que se salvaron de la riada de 2018. Formuló a Sánchez la misma solicitud en junio de 2018, cuando tomó las riendas del país tras la moción de censura. Ninguno de los dos accedió. Incluso se dejó sin gastar una partida de 10 millones de euros de los presupuestos del Estado de 2018 para limpiar del Ebro, que introdujo vía enmiendas el PAR en el Senado.

El alcalde de Zaragoza, Jorge Azcón, lamentó que ante una crecida que puede "ser histórica" se vuelvan a dar problemas que ya ocurrieron en el pasado: "Es necesario que de una vez por todas nos tomemos en serio limpiar el río y acometer las obras, reformas y limpiezas necesarias para que esto no vuelva a ocurrir".

En las afecciones a la capital, entre las nuevas "preocupaciones" deslizó el riesgo de cortar la autovía Z-40 en la Ronda Norte. Pidió al Ministerio de Fomento y a la Confederación Hidrográfica del Ebro una "especial previsión y cuidado" en este punto, al ser el primer puente de la ciudad. La delegada de Gobierno, Rosa Serrano, subrayó que esta zona está "monitorizada con cámaras y supervisada" de forma "continuada", recordó que en anteriores riadas nunca se necesitó adoptar esta medida y que, en todo caso, se trataría de un corte parcial que afectaría a un único carril. El Ebro, que alcanzó a las 19.00 una altura de 4,94 metros y un caudal de 1.825,76 hectómetros cúbicos por segundo, repuntará hoy a 2.400 metros cúbicos y 6,10 metros, según la CHE. Y preocupan las consecuencias.

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