Recogen en un catálogo las 450 especies de plantas de las Saladas de Chiprana

Las 154 hectáreas que conforman la Reserva Natural de las Saladas de Chiprana se localizan a unos 5 kilómetros de Chiprana y a una altitud aproximada de 135 metros.

Alfredo Legaz, en la orilla de una de las balsas de la Saladas de Chiprana.
Orilla de una de las balsas de la Saladas de Chiprana.
Laura Uranga

El Consejo de Protección de la Naturaleza de Aragón acaba de publicar el ‘Catálogo Florístico de la Reserva Natural de las Saladas de Chiprana’, en el que Francisco Javier Yera, María Solima y Joaquín Ascaso catalogan las más de 450 especies de plantas presentes en esta Reserva Natural, algunas de ellas en peligro de extinción, que han recopilado durante años.

“La variabilidad y riqueza vegetal que hemos encontrado en un espacio natural tan reducido como las Saladas de Chiprana es alucinante”, ha resumido Yera con motivo de la presentación del libro, que pretende servir como documento de referencia a la hora de estudiar la flora de este complejo endorreico, informa el Consejo de Protección de la Naturaleza de Aragón.

Yera destaca las "estrategias de supervivencia únicas" que han desarrollado las especies vegetales que crecen en estas lagunas saladas para sobrevivir en un entorno tan extremo, con unos elevados niveles de salinidad.

Según Francisco Comín, del Instituto Pirenaico de Ecología, “Chiprana, junto con otras saladas como Sástago o Bujaraloz, constituyen una representación muy paradigmática de este tipo de ambientes esteparios salinos", "algo único en el sur de Europa" asegura el experto para quien estas saladas "serían algo así como el mudéjar de los espacios naturales".

Comín apunta también a los nuevos retos a los que se va a enfrentar este espacio en los próximos años generados, por ejemplo, “por la llegada de parques fotovoltaicos a los cultivos de secano que rodean la laguna” pero que gracias a la gran resiliencia de estos sistemas y "a no ser que haya grandes cambios en la salinidad, las comunidades biológicas resistirían”.

Las 154 hectáreas que conforman la Reserva Natural de las Saladas de Chiprana se localizan a unos 5 kilómetros de la población de Chiprana y a una altitud aproximada de 135 metros. Su declaración en 2006, como Reserva Natural supuso la protección definitiva de este espacio representativo de los ecosistemas salinos de interior.

Se trata, apuntan las fuentes, de un entorno singular y frágil, que alberga especies vegetales como la salicornia, la sosa o el tamariz y especies animales como el tarro blanco, el andarríos o la garza real.

En las Saladas, debido a la alta concentración de sales, no pueden vivir peces, ni anfibios ni reptiles. Sin embargo, destaca la presencia de un pequeño invertebrado, Artemia salina, que en determinadas épocas del año tiñen de rojo las aguas.

El Catálogo Florístico de las Saladas de Chiprana está disponible para su descarga gratuita en la web del Consejo de Protección de la Naturaleza de Aragón.

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