Los niños aragoneses tendrán que ayudar en casa por ley

El Consejo de Gobierno aprueba la modificación de la norma de 2001 sobre infancia y adolescencia para adaptarla a la legislación estatal e incluir mejoras en su atención, además de recoger por primera vez sus deberes

Entre las obligaciones de los menores están estudiar y respetar a sus profesores y compañeros.
Entre las obligaciones de los menores están estudiar y respetar a sus profesores y compañeros.
Guillermo Mestre

El Consejo de Gobierno aprobó este martes el proyecto de modificación de la Ley de Infancia y Adolescencia de Aragón, que reconoce el derecho de los menores a ser escuchados en todas las decisiones que les afecten y les impone, por primera vez, deberes y obligaciones. Entre ellas figuran ayudar en casa y respetar a sus profesores y compañeros.

Esta modificación surge de la necesidad de adaptar la normativa aragonesa, que data de 2001, a la nueva legislación estatal, y además se ha aprovechado para introducir mejoras propuestas durante el proceso participativo que se ha llevado a cabo, con el fin de dar respuesta a las necesidades de los menores aragoneses.

Una de las principales novedades que incluye el texto gira en torno al denominado interés superior de niños y adolescentes, que deberá ser valorado en todas las decisiones que les conciernan, "tanto en el ámbito público como en el privado". Así, antes de adoptar cualquier medida el menor tendrá derecho a ser "informado, oído y escuchado". Se garantizará el ejercicio de este derecho cuando el afectado "tenga suficiente madurez", algo que deberá determinar el personal especializado, y, en todo caso, se considerará, según la propuesta del Gobierno de Aragón, que la tiene cuando ha cumplido los 12 años.

Además, en aras de ese interés superior, se establece que, en caso de que no sea posible o positivo para el menor permanecer con su familia, se priorizará el acogimiento familiar frente al residencial, especialmente para menores de 6 años, y si se dictan medidas de protección, las autoridades deberán primar las estables frente a las temporales y las consensuadas frente a las impuestas.

Asimismo, se prestará especial atención a los pequeños bajo la patria potestad o tutela de víctimas de violencia de género o doméstica, y se les dará apoyo para que permanezcan con ellas. La protección a los menores se extiende expresamente ahora a la violencia a través de las nuevas tecnologías, el acoso escolar o la mutilación genital femenina, entre otras.

Otros cambios importantes son la transformación de los centros de observación y acogida en hogares y casas de acogida para la atención inmediata, que ya se ha materializado, y el establecimiento de nuevas modalidades de acogimiento familiar. En Aragón en estos momentos hay 495 menores viviendo con sus familias con una intervención de los educadores en sus hogares; 187 viven en familias de acogida y 308 en centros residenciales.

Una de las cuestiones más destacadas de la reforma de esta ley es que también se recogen, por primera vez, un conjunto de deberes, obligaciones y responsabilidades de los menores en los ámbitos familiar, escolar y social, como se explica en la exposición de motivos. De esta forma, "de acuerdo a su edad y madurez", deberán participar en las tareas domésticas, "con independencia de su sexo", deja clara la norma. También se les impone el estudio y el respeto a profesores y compañeros de colegio, "evitando situaciones de conflicto y acoso escolar". Otra de las obligaciones de niños y adolescentes es respetar y conocer el medio ambiente y los animales.

Derecho de los adoptados a saber quién son sus padres

Por otra parte, se reconoce el derecho de las personas adoptadas a conocer los datos sobre su familia biológica, y las administraciones aragonesas deberán conservar la información sobre sus padres y la historia médica de la familia al menos durante 50 años.

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