Yebra de Basa: ¡a subir, pastores!

Yebra de Basa ha recuperado la tradición que unió a representantes de un centenar de pueblos en la cofradía inspirada en esta mártir, a la que se honra con una andada especial cada 25 de junio.

Conducción de ganado vacuno por el centro del pueblo, junto a la iglesia de San Lorenzo.
Conducción de ganado vacuno por el centro del pueblo, junto a la iglesia de San Lorenzo.
Laura Uranga

El alcalde de Yebra de Basa, José Lafragüeta, personifica a sus 72 años la historia de muchos convecinos de su quinta; trabajó en el campo, mantiene su huerto actualmente y estuvo varias décadas trabajando en fábricas de la vecina Sabiñánigo (apenas seis kilómetros desde la apertura del nuevo ramal de carretera) mientras añoraba la paz de su hermoso pueblo, a los pies del pico Oturia y la ruta de las ermitas que refiere constantemente (en el contexto histórico local y sus manifestaciones actuales) a la figura de Santa Orosia. Aquí, en el monte contiguo al casco urbano de Yebra, sufrió su martirio y aquí se le recuerda de un modo muy especial cada 24 y 25 de junio (la fiesta mayor, aunque la convocatoria se amplía al día previo) con una romería única, punta de lanza de actividades religiosas inspiradas en la santa.

"La autovía –apunta José– ha hecho bien al pueblo. Un ejemplo es que tenemos tres vecinos recientes con casas nuevas, otros tanto las están haciendo como segundas residencias y se están construyendo otros tres apartamentos amplios para alquiler privado. También se pudo poner el Ayuntamiento en otro punto; el antiguo era pequeño y estaba viejo, hasta se metían los gatos por debajo de los cañizos. En el nuevo contamos con local multiusos para eventos, espacio de exposiciones, cine, sala para gimnasia de mantenimiento... muy útil".

Yebra de Basa: ¡a subir, pastores!

El camino que sube

"El pueblo –apunta José– ha ganado mucho interés entre los aficionados al senderismo, es raro el día que o sube alguien al puerto, pero esa costumbre de andar tanto por el monte tiene aquí un origen religioso. El camino de las ermitas es el más popular; la punta es Oturia, allí se llega tras una hora desde la ermita de Santa Orosia, que a su vez está a dos horas largas desde el pueblo. Hay que andar lo suyo, pero los vistas valen la pena, tanto en el camino como arriba".

Antes del gran día de Santa Orosia a finales de junio, e día de las Escoronillas (12 de mayo) concita una gran atención. No se trata de una romería en sí misma, sin un camino con cánticos hacia la ermita de Santa Orosia, la que llamamos iglesia de las Cuevas. "Se hace misa allá arriba –explica el alcalde– luego hay almuerzo de hermandad y se baja al pueblo para repartir tortas: el día acaba en dulce".

Las romerías, ritos y tradiciones en torno a Santa Orosia en el Alto Aragón son Bien de Interés Cultural Inmaterial. La leyenda atribuye a un pastor llamado Guillén el hallazgo en el puerto de las reliquias de la doncella Orosia, cristiana y mártir. Las repartió entre Yebra de Basa, donde quedó su cabeza, y Jaca, a donde llegó el cuerpo. Graciano Lacasta se ha encargado de estudiar a fondo varias tradiciones relativas a esta devoción por la santa y ha impulsado el rescate de unas cuentas, incluyendo las llamadas pastoradas del dance, que mezcla en sus textos (en fabla) el martirio de Santa Orosia y otras historias.

Graciano colabora en la publicación ‘O Zoque’ –un número anual desde hace diecisiete años– que impulsa la Asociación Cultural Ballibasa y Sobrepuerto, presidida por Alejandro Gurría. "En los sesenta, mucha gente se marchó a trabajar fuera, y cayeron en desuso muchas tradiciones. En lo tocante a Santa Orosia, hay que tener en cuenta que más de cien pueblos de distintos puntos del Serrablo y otras zona próximas del Pirineo pueblos estaban involucrados históricamente en su cofradía radicada en Yebra; se ha reunido nuevamente, hace apenas un año, y se celebrará aquí una reunión especial el próximo 5 de mayo".

A la fiesta de Santa Orosia el 24 y 25 de junio vienen romeros residentes o descendientes de muchos pueblos de la Galliguera, Guarguera, Ballibasa, Sobrepuerto, Tierra de Biescas, Ribera de Fiscal, Valle Nocito, Campo de Jaca, Somontano... los romeros visten su ropón y llevan cayado; también se han recuperado cruces y banderas en la marcha. El domingo de la Trinidad (el último de mayo) llegan a Yebra romeros de treinta pueblos del campo de Jaca: este año celebran los 500 años de sus estatutos. Hay romería al monte el día anterior, vigilia nocturna y entrada en el pueblo al día siguiente. También se celebra una ‘Orosiada’ desde Sabiñánigo el viernes anterior al 16 de junio, día en el que comienza la novena de Santa Orosia.

Del profesor de Ramón y Cajal a dos tenderos muy longevos y un hostelero

El doctor José Luis Carreras Delgado, primer catedrático de Medicina Nuclear de España (en la Complutense madrileña) está casado con una hija de Yebra de Basa y tiene un gran afecto por el pueblo. Hace ya más de una década solicitó formalmente a la autoridades locales que tuvieran en consideración la figura de otro galeno para un reconocimiento especial; aludía a Genaro Casas Sesé, hijo del boticario de Yebra, nacido en 1820. Casas fue rector de la Facultad de Medicina de Zaragoza y profesor de Santiago Ramón y Cajal; de hecho, don Santiago lo citaba en su diario de juventud. Hace una década, el Ateneo envió una placa conmemorativa del doctor Casas a Yebra para que el Ayuntamiento la colocara; se eligió un punto estratégico del pueblo.

En otro campo de recuerdos, más recientes, Yebra guarda un afecto especial por el bar de Santiago, regentado por los hermanos Villacampa, que siguieron llevándolo ya entrados en la octava década de sus vidas. El letrero de Ultramarinos Villacampa desapareció hace dos años, tras la muerte de los hermanos. Enfrente ha abierto un asador hace apenas medio año, La Cabaña. El Rincón de Valero es el negocio de restauración más veterano y conocido del pueblo. Lo abrió hace trece años Valeriano Usieto Santolaria, antiguo fontanero; funciona bajo el concepto de sidrería (tortilla de bacalao, sidra y chuletón) pero también se acercan allá por el chorizo a la sidra y los almuerzos basados en huevos fritos; la materia prima de esta última delicia sale del gallinero del dueño.

LOS IMPRESCINDIBLES

Camping Oturia

La oferta de alojamiento en Yebra cuenta igualmente con este enclave ideal para los incondicionales de la acampada, con diversidad de parcelas, servicios completos, piscina y posibilidad de optar por ‘bungalows’.

Casa Mier

Esta casa rural, en piedra y madera, fue rehabilitada en 2008. Totalmente equipada, tiene capacidad para 8 personas (dos habitaciones con camas de matrimonio y otras dos con camas individuales) y calefacción central.

Albergue municipal

Tras doce años de obras e interrupciones, el pueblo cuenta finalmente con este edificio de tres plantas con 40 plazas, repartidas en habitaciones con baño propio y una buhardilla de 20 plazas con baño compartido.

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