El voto urbano sufriría un cambio significativo de tendencia respecto a 2015 y el grupo de edad de mayores de 45 años sería el que más modificaría su sufragio si ahora se celebraran elecciones, según la encuesta de A+M para HERALDO. Es muy relevante que cuando aún falta año y medio para la próxima consulta, el nivel de indecisos sea solo del 18,8% en Aragón, lo que implica que los electores tiene casi decidido su voto. La abstención estaría en el 31,1%.

El sondeo indica que el PSOE tiene muchas posibilidades de recuperar a una parte de su electorado mayor de 45 años que se fue a Podemos, principalmente en los municipios más poblados.

Es también en esas localidades donde Ciudadanos experimenta su mejor crecimiento en el número de votos, aunque sería menor en el número de escaños.

El sondeo señala también que la formación que lidera Rivera es la que más fidelidad de voto registra de todos los partidos que pueden presentarse a las próximas elecciones municipales y autonómicas de 2019, seguido de IU, de los socialistas y del PP.

Otro dato destacable es que el PSOE crecería en las tres provincias, siendo relevantes las capitales de Zaragoza, donde más había bajado, y la de Huesca, donde mejoraría significativamente estando ostentando la alcaldía.

El caso contrario seria el de ZEC, cuyo desplome arrastraría a Podemos y tendría su origen en que una parte del electorado de izquierdas que logró en los pasados comicios retornaría a los socialistas y a IU. Esa posibilidad viene señalada por la diferencia de voto de CHA, que mejoraría en la capital aragonesa, donde IU no se presentó a las municipales, mientras que se estanca en las provincias.

Es relevante que su líder, José Luis Soro, sea el político mejor valorado de la Comunidad. Todos estos indicadores apuntan a que CHA mejoraría sus expectativas con voto desencantado de Podemos y con el que IU no recibiría en el supuesto, casi seguro, de que se presente en una sola candidatura (Unidos Podemos).

Es decir, que la bajada del voto autonomista afectaría a CHA casi tanto como al PAR, pero Chunta podría aminorar esa tendencia con sufragios de la izquierda tradicional, aunque parte de sus posibles electorales mire hacia los socialistas como la opción de voto útil.

Más complicado lo tendría el PAR, cuya fidelidad de voto está en el 50,3% y el tirón de Ciudadanos podría arrebatarle en torno al 26,2% de su electorado. Sería la formación más afectada por la subida de C’s, seguida del PP, que cede un 21,6% y de Podemos que le cedería un 11,7% de sus posibles electores.

En estos datos se observa la incidencia de la crisis catalana en el voto, incluso en Podemos, donde el papel jugado por Echenique en el conflicto ha tenido efectos en Aragón que todavía no han podido ser contrarrestados por su nuevo secretario general, Nacho Escartín, que llegó al cargo hace tan solo dos meses. Y que además tiene el reto de cómo sortear el efecto que tiene en su partido el desgaste por la gestión de ZEC.

Por su parte, el PP tendría dificultades para mejorar sus expectativas, aunque contaría con opciones de gobernar. La cuestión es si C’s seguirá capturando o no votos en el caladero de los populares. Las posibilidades del PP aragonés podrían mejorar en función de cómo evolucione el contexto político nacional.