Torrecilla del Rebollar: con San Cristóbal y Santa Lucía en el timón

La afición a la caminata en Torrecilla del Rebollar se dimensiona desde la Asociación Cultural San Cristóbal, que también organiza actividades gastronómicas, naturalistas y pedagógicas.

Joaquín Burriel, miembro de la junta de la Asociación Cultural San Cristóbal, en un altozano próximo al pueblo.
Joaquín Burriel, miembro de la junta de la Asociación Cultural San Cristóbal, en un altozano próximo al pueblo.
Laura Uranga

La Asociación Cultural San Cristóbal se constituyó el 1 de junio de 1979, con el objetivo de canalizar las diversas iniciativas encargadas de colorear el día a día de Torrecilla del Rebollar, tanto en el concurrido verano como en el largo invierno. La idea era y es que no decayese la fiesta ni el interés por ir más allá en la cotidianidad; para empezar, administró y gestionó el teleclub del pueblo, y colaboró económicamente en la construcción del frontón municipal. Un esfuerzo al que se unió, con matices propios, la asociación para la defensa y desarrollo rural Cañamadera.

Joaquín Burriel es miembro de la junta directiva de San Cristóbal; su hermano Carlos es el alcalde del municipio desde hace diez años. La comunicación entre la fuerza consistorial y la asociación es fluida. "Tenemos –apunta Joaquín– algo más de 180 miembros; los que viven y trabajan fuera siguen implicados a distancia y vienen todo lo que pueden para involucrarse en las actividades, empezando por el presidente, Ignacio Costey, que reside en Zaragoza".

Torrecilla del Rebollar: con San Cristóbal y Santa Lucía en el timón

El pueblo está orgulloso de las actuales obras de restauración de la iglesia parroquial de San Cristóbal. El actual templo comenzó a construirse hacia 1761; dos años más tarde, el obispo auxiliar de Zaragoza y futuro arzobispo de Tarragona don Juan Lario Lancis, hijo de Torrecilla del Rebollar, puso la primera piedra. Fue un verdadero mecenas del pueblo, y a su huella en la obra se atribuye la traza del templo, más esbelta de lo habitual en la zona.

Caminatas de primavera

Un ratico a pie, y otro andando; así funciona el coche de San Fernando. La jornada senderista de finales de mayo es una de las actividades más populares de la asociación. En los pinares cercanos se articula una ruta circular con salida y llegada en el pueblo, que los socios de san Cristóbal han marcado con mimo, como recuerda Joaquín. "Ya van siete años, y la verdad es que estamos muy orgullosos. De hecho, estamos diseñando una nueva ruta para tener alternativas de cara a próximas ediciones. Se suelen hacer dos recorridos, uno amateur y otro profesional, que alternan tramos de monte y pinares con la andada entre campos de labor". Cuando el reto se pone en cuesta, puede disfrutarse de una gran variedad de arbustos y especies arbóreas, desde los quejigos a los marojos, así como diferentes variedades de pinos, entre los que destaca el ‘royo centenario’ que constituye uno de los hitos más señalados de la caminata.

La asociación San Cristóbal también se encarga cada año de organizar una cena en honor a Santa Lucía, patrona del pueblo. "La fiesta es el 13 de diciembre, pero adelantamos la celebración al día 8, en pleno puente de la Inmaculada –precisan los hermanos Burriel– para facilitar la asistencia a los que vienen de fuera. Será en el bar del pueblo". Ese día también se glosará en el pabellón el proceso de la matacía del cerdo;_es tradición arraigada en Torrecilla del Rebollar la confección de longanizas, morcillas y fardeles, con los veteranos de la localidad siempre dispuestos a compartir sus secretos con las nuevas generaciones.

En Semana Santa, los asociados de San Cristóbal se afanan en la repoblación de los pinares del monte con una plantada intensiva, y también son populares en el último trienio las jornadas micológicas, aunque este otoño la meteorología no ha acompañado y hubieron de suspenderse por falta de setas.

En verano, y gracias a un acuerdo con el ayuntamiento de Barrachina, Torrecilla disfruta en los últimos años de una música especial; las risas de los más pequeños. Los dos municipios organizan colonias de verano conjuntas a primeros de julio, con aprovechamiento de recursos en ambos emplazamientos. Tras las colonias comienza la Semana Cultural de agosto, que se coordina desde el Ayuntamiento y llega dos semanas antes de las patronales de verano.

El bar del pueblo ha cobrado nuevos bríos con la llegada de Ricardo Blasco y Yanira Abreu; juventud, ganas y un inusitado amor por el entorno rural, que combinan con su pasión por la montaña. "Tengo raíces aquí –apunta Ricardo– y de pequeño venía todos los veranos y las vacaciones de Semana Santa, pero he pasado doce años en Tenerife, de donde procede Yanira. Lo de venir aquí es una decisión meditada; queríamos salir de la vida de ciudad y del ajetreo. Estuvimos aquí de vacaciones el año pasado y empezamos a darle vueltas a la idea; llevamos solamente unos meses, pero han sido perfectos; era lo que queríamos.

En recuerdo de un campeón: David Cañada

El ciclista profesional aragonés David Cañada falleció el 28 de mayo del año pasado en accidente. Una caída fatal en la marcha cicloturista Puertos de Ribagorza privó al deporte aragonés de uno de sus mejores profesionales en la última décadas. Tenía solo 41 años, y se había retirado en 2010 después de superar un cáncer; también sufrió de problemas cardiacos y padeció multitud de lesiones durante su trayectoria como deportista profesional, que se extendió durante década y media. Aunque residía en Ejea (es hijo adoptivo del municipio cincovillés), David tenía lazos fuertes con Torrecilla del Rebollar, la tierra de sus padres, donde pasaba veranos y festivos desde la infancia. En el pueblo lo recuerdan con emoción como un chaval muy majo y siempre afectuoso con todos.

Cañada vivió uno de sus mejores momentos deportivos en el Tour de Francia del año 2000, cuando quedó quinto en el prólogo detrás de Millar, Armstrong, Jalabert y Ullrich. Ese año también se llevó la Vuelta a Murcia (más dos etapas) y el Circuito de la Sarthe. Su gran éxito profesional fue la victoria en la general de la Volta a Catalunya de 2006.

LOS IMPRESCINDIBLES

Jerónimo Beltrán

El teólogo, educador e intérprete nació en Torrecilla del Rebollar en 1934 y murió en Teruel en 2011, ciudad en la que desarrolló la mayor parte de su labor pedagógica. Siempre estuvo muy unido a su pueblo natal.

El ‘pino royo’

El ‘pino royo’ centenario de Torrecilla está en la Sierra de Cucalón, en el paraje conocido como en Barranco de Cañarramón, sobre el mismo lecho del arroyo. Mide quince metros y el perímetro del tronco es de 280 centímetros.

Casa del Arzobispo

Tiene dos plantas y ático, con fachada de ladrillo. Lo más destacado es la puerta de acceso, con arco de medio punto flanqueado por dos pilastras. En su interior alberga un escudo eclesiástico del arzobispo Juan Lario y Lancis. ?

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