Diez escenarios de cine en Aragón
Aragón es una tierra de cine y de cineastas, un inmenso plató lleno de posibilidades para la publicidad y el cine. Recorremos diez destinos utilizados por el séptimo arte y la publicidad a lo largo y ancho de las tres provincias.
La diversidad y riqueza de sus paisajes, poblaciones y patrimonio monumental convierten a Aragón en un propicio escenario para la ambientación de todo tipo de producciones cinematográficas y publicitarias. Aragón es tierra de cine y de cineastas. La Salida de la misa de doce de la Iglesia del Pilar de Zaragoza (1899), del zaragozano Eduardo Jimeno Correas, es una de las primeras películas de la historia del cine español y la más antigua conservada. En Teruel nació en 1871 Segundo de Chomón, uno de los grandes pioneros del cine, y en 1948 lo hacía el heterodoxo y vanguardista José Antonio Maenza. Con el inicio del siglo venía al mundo en 1900 en Calanda Luis Buñuel, el director español más reconocido e influyente. A ellos les siguieron nombres como Ignacio Coyné, Florián Rey, Adolfo Aznar, Antonio Artero, Antonio Maenza, José Luis Borau, José Antonio Duce, Carlos Saura... y una larga lista de profesionales de la dirección, la interpretación, la composición musical y otros oficios del cine y el audiovisual, reconocidos dentro y fuera de nuestras fronteras.
Recorridos cinematográficos
Esa fecundidad creativa quizá tenga algo que ver con las posibilidades que ofrece Aragón como inmenso plató. Obviando las capitales, escenarios de numerosas producciones, os proponemos un recorrido por diez de esas localizaciones que en alguna ocasión han servido de plató.
En la provincia de Huesca se han rodado más de 100 largometrajes. Una de las primeras películas documentadas es Miguelón o el último contrabandista (1933), protagonizada por el tenor Miguel Fleta y codirigida por el almuniense Adolfo Aznar. Fue rodada en Embún y otros lugares de los valles de Hecho y Ansó, preciosos paisajes donde se han filmado desde entonces otras producciones, las más reciente el western Les Frères Sisters, con Joaquin Phoenix y Jake Gyllenhaal, aún por estrenar.
El entorno de Canfranc y su monumental estación ferroviaria han sido protagonistas de documentales como Juego de Espías, (Ramón J. Campo y Germán Roda), y El rey de Canfranc (José Antonio Blanco y Manuel Priede), y plató de algunas de las más interesantes películas aragonesas de los últimos años, como De tu ventana a la mía (Paula Ortiz, 2011).
Los valles de Pineta y Gistaín son otro espectacular escenario natural del que se han servido recientes producciones como la adaptación de la novela de Luz Gabás Palmeras en la nieve (Fernando González Molina, 2015), el falso documental Análisis de sangre azul (Blanca Torres y Gabriel Velázquez, 2016) y Bajo la piel del lobo, película de Samu Fuentes que se estrenará en 2018.
Ya en La Ribagorza, Graus se transformó en Villaviciosa de al lado (Nacho García Velilla, 2016), comedia también rodada en Benabarre y Lascuarre. Pero si hay en Huesca un escenario natural de proyección verdaderamente internacional, ése ha sido y es el castillo románico de Loarre, plató de numerosas filmaciones como La conquista de Albania (Alfonso Ungría, 1984), La noche oscura (Carlos Saura 1989) o El reino de los cielos (Ridley Scott, 2004), entre otras.
El lejano oeste
Seguimos hacia el sur hasta los desérticos parajes de los Monegros, donde en los años 50 y 60 se rodaron algunos spaghetti western y películas de época como la superproducción Salomón y la reina de Saba (King Vidor, 1959), rodada también en los páramos de Valdespartera. Más recientes son Jamón, jamón de Bigas Luna, (1994), Libertarias (Vicente Aranda, 1996), 007 El mundo nunca es suficiente (Michael Apted, 1999), La novia (Paula Ortiz, 2015) o Incierta gloria (Agustí Villaronga, 2017), rodados en localizaciones monegrinas de Alcolea de Cinca, Bujaraloz, Candasnos, Castejón de Monegros, Sariñena, Fraga, Sariñena o La Almolda, escenarios también de cortometrajes, videoclips y anuncios publicitarios.
Dejamos Los Monegros para acercarnos a los campos cerealistas, los monumentos y empedradas calles de las Cinco Villas, con las Torres del Bayo, los Bañales de Uncastillo y Sos del Rey Católico como decorados naturales de relatos tan dispares como La vaquilla (Luis García Berlanga, 1984), la adaptación televisiva de la novela de Ildefonso Falcones La catedral del Mar (Jordi Frades, 2017) o los dos largometrajes de la directora zaragozana Paula Ortiz, De tu ventana a la mía (2012) y la citada La novia.
Otro lugar en el que los conjuntos monumentales se maridan con atractivos parajes naturales es Albarracín y su entorno. Los personajes de Jo, papá (Jaime de Armiñán, 1975), Valentina (Antonio Betancor, 1983), adaptación de la novela Crónica del Alba de Ramón J. Sender, o de la reciente The promise (Terry George, 2016), han pisado Albarracín y su sierra, caso de los maquis de Torrepartida (Pedro Lazaga, 1956).
Teruel es tierra de rincones llenos de magia y remotos paisajes que traslucen la dureza de sus condiciones. La provincia ha sido escenario de numerosos documentales y relatos de ficción ambientados en la Guerra Civil española. Una de las más célebres fue Libertarias (Vicente Aranda, 1996), rodada en Calaceite, La Fresneda o Albalate del Arzobispo. Pero quizá la más recordada sea Tierra y libertad de Ken Loach (1995), rodada en el Maestrazgo y en las calles de otro destacado turístico destino, Mirambel. Una ruta turística recorre las diferentes localizaciones utilizadas en esta preciosa villa para ambientar la película. Finalizamos aquí nuestro recorrido por unos pocos escenarios de los muchos que esta vasta tierra de cine que es Aragón ofrece al mundo de la creación audiovisual.
Más noticias en Unpaisdemontañas.