José Hermida: "La palmada en la espalda gusta a todos, también a la Guardia Civil"

El recién ascendido general Hermida (Lugo, 1957) deja la comandancia de Zaragoza, ciudad en la que estudió, desarrolló parte de su carrera, se casó y nació una de sus hijas.

José Hermida Blanco recibe hoy la faja de general en un acto que se celebra en la AGM.
José Hermida: "La palmada en la espalda gusta a todos, también a la Guardia Civil"
Francisco Jiménez

Cuatro años al frente de la comandancia de la Guardia Civil de Zaragoza dan mucho de sí. ¿Con qué sensación se marcha?

Han sido cuatro años plenos, con mucho trabajo y mucha satisfacción. Hemos pasado una época de vacas flacas, como toda la sociedad y la administración en general, pero dentro de esa escasez, el personal ha respondido muy bien. Hemos reducido la delincuencia y conseguido buena parte de los objetivos.

¿Se refiere al trabajo de los equipos Roca, creados para combatir los robos en las explotaciones agrícolas y ganaderas?

Sí. En ese ámbito hemos tenido mucho éxito. Era una de las principales preocupaciones y ahora no, y cuando no preocupa es que va bien. Se ha trabajado duro y hemos contado con la colaboración de las asociaciones de agricultores y ganaderos y de los vecinos. Sin el trabajo de los ciudadanos el nuestro sería el doble de difícil.

Su batalla contra el tráfico de drogas ha sido incansable.

Cuando llegué las explotaciones de plantas de marihuana eran de dimensiones considerables y se extendían de forma descarada por toda la provincia. Ahora lo hacen de forma mucho más discreta, son más pequeñas o se ocultan en naves, algo más difícil de detectar.

Pero han sido muchas incautaciones. ¿Han trabajado muy bien o hablamos de un negocio floreciente potenciado por la crisis?

Lo fundamental es el trabajo realizado. La gente ya no planta impunemente. Ahora incluso recibo cartas anónima con la dirección y fotos de donde hay cultivos.

¿Eso quiere decir que los ciudadanos están concienciados?

Claro, se dan cuenta de que tener cerca una plantación supone la presencia de traficantes, drogadictos y delincuencia.

¿El helicóptero ha ayudado?

Sí. Se da la circunstancia de que el maíz transgénico alcanza una altura similar a la marihuana y los traficantes aprovechaban los cultivos para plantar la droga entre grandes huecos que abrían en el centro del maizal. Eso es algo que no se percibe desde tierra, pero sí desde el aire, donde se distingue la diferencia de colores.

Aragón lleva en lo que va de año 49 muertos en carretera, un 12% más que en 2016. ¿Usted que ha dirigido unidades de Tráfico, a qué lo atribuye?

Estuve diez años –siete como comandante y tres como teniente coronel– al mando del tráfico en Galicia y año a año íbamos bajando la cifra de víctimas. Éramos conscientes de que algún día se iba a llegar a un tope y se produciría un repunte. Y así ha sido.

Entonces, ¿se ha alcanzado ese tope? Porque el director general de Tráfico afirma que el objetivo es llegar a cero víctimas.

Claro que lo ideal es cero, a eso tenemos que aspirar. Con los delitos pasa lo mismo. Estoy contento pero no satisfecho, porque todavía se cometen y me gustaría llegar un día al despacho y que no hubiera ninguna novedad.

¿Pero hay alguna causa concreta para semejante repunte?

Los coches los conducen personas y las personas cometemos errores. Además, la crisis se ha superado y la intensidad del tráfico es mayor que hace cuatro años, cuando había un 10% menos de camiones en las carreteras.

Se ha detectado un mayor uso del móvil al volante. Ya no solo para hablar sino para escribir...

Sí, y me resulta asombroso que haya muchos conductores a los que sorprenden con el móvil cuando en el coche tiene manos libres. Es decir, que por no conectar el ‘bluetooth’, cogen el teléfono. Yo también tengo manos libres y cuando hablo por teléfono y llego a un sitio conflictivo de tráfico o paro o dejo de hablar, porque me doy cuenta de que no puedo hacer dos cosas a la vez.

¿Hacen falta campañas más agresivas?

Creo que con 3 puntos de carné y 200 euros está suficientemente sancionado.

El terrorismo es la mayor amenaza actual ¿Zaragoza puede ser semillero de yihadistas?

Para la investigación en este ámbito no hay demarcaciones. Los Grupos de Información investigan todo. Afortunadamente, en Zaragoza no hemos detectado ninguno ni tampoco captadores. Y no es porque no se los haya buscado. En terrorismo estamos empleando toda nuestra experiencia contra ETA, que es mucha, y los Grupos de Información son muy potentes.

Los grupos organizados son otra de las preocupaciones por su movilidad y el daño que hacen.

Es difícil detenerlos porque son muy profesionales. Zaragoza tiene la ventaja de estar situada entre dos ejes principales –Bilbao-Valencia y Madrid-Barcelona– y tiene muy buenas comunicaciones, lo que hace que bandas asentadas en otros lugares vengan a delinquir aquí. La investigación es más difícil porque cuando se denuncia un delito, lo robado ya no está aquí sino en otra provincia.

¿Qué balance puede presentar de la lucha contra estas redes?

Puedo citar la detención de la banda de los surferos (especializada en robar camiones en marcha), que fue el resultado de una operación conjunta de la Guardia Civil y los Mossos d’Esquadra. La red estaba asentada en Lérida y actuaba en la A-2/AP-2 y A-68/AP-68.

¿Vislumbra avances en la lucha contra la violencia de género?

Sorprende cómo ha aumentado el número de denuncias que se presentan a diario. Si las mujeres tenían miedo a denunciar, ahora lo están perdiendo. Eso es bueno.

¿Qué le pareció la concentración en a las puertas de la comandancia el 4 de octubre a la que asistieron cinco mil personas?

Tengo un sentimiento de orgullo y satisfacción. Todos tenemos un trabajo y nos gusta que se nos reconozca. La palmadita en la espalda gusta a todos, también a la Guardia Civil. Cuando la sociedad apoya a las Fuerzas de Seguridad, que también tienen una función sancionadora, es que algo estamos haciendo bien. Eran muestras de apoyo de tal envergadura que desbordaron cualquier expectativa. Además, fue espontánea y como no había detrás ningún colectivo o asociación que la hubiera convocado, la gente no se disolvía porque nadie decía que el acto se había terminado.

¿El trato a los guardias y policías en Cataluña va en el sueldo?

Estamos para cumplir y hacer cumplir la ley bajo las órdenes del Gobierno. Ese es nuestro trabajo. No solo en Cataluña, sino en el día a día. Los agentes de Tráfico también tienen que tragar mucha bilis. Sorprende ver la diferencia entre la persona que se presenta al juicio, educada, y la del día anterior, cuando la paraste en un control de alcoholemia y dio positivo. Eso va en el sueldo. Eso tenemos que aguantar.

¿Esta situación ha unido más a la Guardia Civil y a la Policía?

Dedicarse a la misma profesión une. Para nosotros, los policías son compañeros. ¿Que luego trabajando tenemos nuestras rivalidades? Sí, es normal, pero lo único que nos diferencia es que unos hemos optado por el uniforme verde y otros por el azul.

¿Cree que el conflicto con Cataluña tiene solución?

Es lo que esperamos todos y con una gran preocupación. Yo soy gallego y quiero a mi tierra, pero ante todo me siento español y España es el país en el que me crié. Cuando estudiaba se hablaba de Sidi Ifni, Fernando Po y el Sahara. ¿Cómo no voy a sentir que una pieza fundamental pueda disgregarse? Espero que la solución favorezca todos los intereses.

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