Peñarroya de Tastavins: un dinosaurio empadronado en el pueblo
El espacio Inhóspitak fue el primero que abrió Dinópolis en su programa de expansión por la provincia de Teruel.
Ana Boj es de Peñarroya, y ha conseguido esquivar con suficiencia la circunstancia del éxodo rural gracias a Dinópolis y su parque de expansión Inhóspitak, el primero que puso la institución en la provincia de Teruel hace catorce años. "Empecé primero en la taquilla ?señala Ana? y luego ya pasé a encargarme de las visitas, aunque aquí acabamos haciendo todos de todo. El tastavinsaurio es nuestra estrella, una especie única dentro de los saurópodos. Sus restos se localizaron en 1994; fueron los hermanos Ortiz, de Fuentespalda, muy aficionados a la paleontología, y dos años después se hicieron las excavaciones pertinentes. La restauración posterior también se hizo aquí".
Al aproximarse a las instalaciones de Dinópolis en el pueblo, el edificio de Inhóspitak sorprende por su altura, aunque enseguida se entiende el detalle. La visita comienza con un audiovisual explicativo protagonizado por la mascota del centro, Rocco, y luego se pasa a la sala principal. Allá dentro la vista se va al techo, y las expresiones de asombro son ley; la reproducción a escala real del tastavinsaurio mide diecisiete metros. El cuellilargo animal pesaba cuarenta toneladas, tenía la cabeza pequeñita y la cola muy larga, de hasta ocho metros. Vivió hace aproximadamente 120 millones de años.
Poco mordedor
Los congéneres del tastavinsaurio no tenían que temerle por razones predadoras: era vegetariano. "Se alimentaba de plantas, sobre todo hojas, porque en el Cretácico inferior, en el período Aptiense, no había hierba ?aclara Ana? pero sí imponía por su tamaño. En la visita, de 45 minutos, también llama mucho la atención la postura del saurio, sobre las dos patas traseras. También tenemos una recreación del yacimiento en el que se encontró el tastavinsaurio, además de los originales en vitrina. Se encontró un cuarenta y cinco por ciento de la osamenta, el rescate más completo de los que se han encontrado en España".
En el plano personal, Ana define su experiencia laboral como feliz. "Trabajar con las familias, ver la ilusión en la cara de los niños y desarrollar todo eso en casa es una gran suerte. A mí me encanta la vida rural, aquí estamos muy bien y no me gustaría vivir en ningún otro sitio".
Lo Masmut
Peñarroya de Tastavins ofrece diversos intereses arquitectónicos y museísticos. Entre los primeros, la casa consistorial (del XVI, como es habitual en el Matarraña) sobresale sobre el resto. El más completo del segundo segmento es, sin duda, Lo Masmut. En la parte más elevada del casco urbano, muy cerca de las ruinas del castillo de la localidad, se halla este espacio diseñado en el interior de dos viviendas tradicionales rehabilitadas con intención museística. La exposición permanente tiene que ver con la etnología y los oficios tradicionales, y se ha nutrido del aporte desinteresado de muchos vecinos del pueblo, con mención especial para los miembros de la Asociación Cultural Tastavins.
El edificio ha conservado buena parte de sus antiguas estructuras, desde la bodega a la cuadra, la despensa, el hogar o la alcoba. Hay cinco plantas, una de ellas subterránea, con nueve salas en total; las favoritas de los visitantes son probablemente la carpintería y la herrería.
LOS IMPRESCINDIBLES
Virgen de la Fuente
Este santuario alberga ahora una hospedería y restaurante, y su principal activo es una ermita gótica del siglo XIV. Posteriormente se construyó otra más alejada del río, construida en el siglo XVIII.
Parque de la Vivienda
El Parque Aragonés de la Vivienda en el Medio Rural es un museo al aire libre situado en la parte alta del pueblo, una zona que durante parte del siglo pasado fue utilizada para guardar el ganado.
Deportes de aventura
El próximo puente del Pilar, Peñarroya de Tastavins albergará la I Feria de Deportes de Aventura y Naturaleza. La prueba Tastavins Trail, corre o anda con toda la familia será la actividad principal.
