Un brazo biónico 'low cost' aragonés

La Asociación de Personas Amputadas o con Agenesias de Aragón (ADAMPI) y Grupo San Valero presentan el primer prototipo de prótesis funcional desarrollada mediante impresión 3D.

Un brazo biónico 'low cost' aragonés
Un brazo biónico 'low cost' aragonés

Todo empezó en julio de 2016 cuando Alberto García, vecino de Zaragoza de 14 años con agenesia -una malformación congénita que afectó a su brazo izquierdo-, le contó a Nuria Rivas en una de sus sesiones que soñaba con tener “un brazo como los que aparecen en las películas”. Tras buscar información al respecto, la presidenta de ADAMPI-Aragón descubrió que en un centro de formación del País Vasco se estaban desarrollando este tipo de prótesis, pero había una gran lista de espera.

Tras más de un año de investigación, pruebas, errores y mejoras, este martes el Centro Cívico Estación del Norte albergaba uno de los actos principales de la VII Semana Solidaria organizada por la Asociación de Personas Amputadas o con Agenesias de Aragón (ADAMPI-Aragón). Se trata de la presentación de su primer prototipo de Brazo Biónico como resultado del proyecto de desarrollo de prótesis funcionales asequibles realizada mediante impresión 3D para el colectivo de personas con amputaciones y/o agenesias de Aragón, a cargo de la Fundación San Valero.

El auge de las nuevas tecnologías de impresión 3D, sumado a las dificultades que tiene el colectivo para adquirir sus prótesis, fueron los dos motivos que propiciaron el nacimiento de este innovador proyecto. “Esperamos que, en un futuro no muy lejano, cada persona con amputación/agenesia acceda, pueda acceder desde su propia impresora 3D a un mundo de posibilidades en el que, a bajo precio, poder elaborar la prótesis”, resume.

Sin duda, los dos grandes atributos del proyecto son la capacidad de adaptarse a cada caso y la reducción de costes de fabricación ya que este brazo biónico, cuyo precio ronda los 1.500 euros, cuesta en el mercado en torno a 10.000. “Sin ir más lejos, a lo largo de su vida un niño amputado ha de cambiar su prótesis varias veces. Este modelo permite cambiar solo la pieza que se estropea, por ejemplo, además de reducir mucho los costes de fabricación”, explica Rivas.

Además, han sido varias las empresas que se han volcado con el proyecto aragonés, como las empresas locales AITIIP y ORPI, la Asociación Makeroni e Ibercaja, entidad que les dotó de una ayuda de 1.500 euros para arrancar con este sueño. “Cada uno ha aportado lo mejor que sabía hacer, y lo mejor de todo, es en desde Grupo San Valero han involucrado al alumnado”, destaca Rivas.

Alberto García, padre del niño que recibirá este brazo biónico hecho a medida, ha sido una de las personas que ha vivido la evolución del proyecto con más ilusión. “Desde que nació ha llevado prótesis estéticas y microeléctricas, pero jamás se ha adaptado a ninguna. Él sobre todo quería algo más ligero y versátil, que tuviera movilidad en los dedos y que no pareciese un brazo humano”, recuerda su padre.

Y, dicho y hecho, fueron los profesores de Grupo San Valero, Javier Arnadillo y David Berrueco, quienes se pusieron manos a la obra desde sus respectivos departamentos –electrónica y fabricación mecánica respectivamente-, junto a los cuatro alumnos que han llevado a cabo esta prótesis en 3D: Víctor Domingo, Miguel Ángel Revuelto, Alberto Valean y Luis Gerardo Ramón.

“Para nosotros, como centro de Formación Profesional, suponía todo un reto enfrentarnos a algo así, pero en seguida nos pusimos a trabajar en ello”, recuerda Arnadillo. “El funcionamiento se basa en un brazalete ‘MYO gesture’ con ocho sensores capaces de recoger los impulsos eléctricos de nuestro brazo, que, vía bluetooth envía señales de movimiento al brazo biónico”, añade Arnadillo. Este producto se adapta a cada tipo de amputación y a los movimientos de cada individuo, ya que son 100% personalizables.

“En concreto, esta mano puede realizar ?tres movimientos con los dedos, pinzar, abrir y cerrar tres dedos y mover el índice de manera independiente”, añade Berrueco. Algo mucho más completo que lo que se ofrece actualmente en el mercado. Sin embargo, y aunque este modelo está recién montado, aseguran que todavía quedan varias pruebas para llegar al brazo definitivo. “Partimos de software libre y de otro modelo disponible en la red, la idea es que este también pueda ser mejorado”, concluye.

Más de 1.600 afectados en Aragón

Una de las promotoras de este proyecto innovador ha sido la asociación zaragozana, que nace en 2006 como respuesta a las necesidades de un colectivo integrado por más de 1.600 personas en toda nuestra Comunidad Autónoma. “Somos la única entidad aragonesa dedicada a este sector específico de la sociedad, atendiendo de la manera más integral e individualizada posible a todos nuestros socios”, afirman desde ADAMPI.

En la actualidad más de un centenar de personas forman parte de la asociación. “Se trata de un colectivo muy heterogéneo en el que hay personas de todas las edades, con diferentes tipos de amputaciones o agenesias y problemas muy distintos a los que enfrentarse en su día a día”, advierte Rivas. Y es que, lamentablemente, en España no existe una infraestructura suficiente para cubrir las necesidades de este colectivo. “Dependiendo de la causa, el camino es muy diferente, sobre todo cuando la causa es una enfermedad común. Cuando sales del hospital te sientes un poco desamparado y te ves obligado a buscarte la vida”, critica la presidenta.

Por eso, en la actualidad su labor se centra en tratar de cubrir las lagunas existentes en la Administración, llevando a cabo proyectos de sensibilización y educación sanitaria y en valores para el conjunto de la sociedad y reivindicando la mejora de las prestaciones socio-sanitarias haciendo visible la problemática de un colectivo desconocido, “pero con una demanda justa”, advierten.?

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