Podemos censura la "dejación" del presidente y el uso de la DGA como "trinchera" de partido

El centroderecha ofrece de nuevo acuerdos, pero Lambán se limita a exhortar a la izquierda a pactar los presupuestos

El presidente del PAR, Arturo Aliaga y la de las Cortes, Violeta Barba, ayer
Podemos censura la "dejación" del presidente y el uso de la DGA como "trinchera" de partido
José Miguel Marco

Las más de seis horas de debate en las Cortes de Aragón constataron ayer los reproches y acusaciones generalizadas de la oposición al presidente, Javier Lambán, incluidos sus socios de investidura de Podemos e IU, aunque el centroderecha optó también por tender la mano y ofrecerle en vano una batería de acuerdos ante los "rifirrafes" de la izquierda.

La portavoz de Podemos en las Cortes de Aragón, Maru Díaz, no escatimó reproches a Javier Lambán, al que acusó de carecer de proyecto de futuro y pretender culpabilizar a su partido de su "inacción y dejación". Díaz consideró que el líder socialista utiliza la Presidencia "como una trinchera", en la que, añadió, "se resguarda del frío por el que atraviesa". "Usted ha hecho de presidente en los ratos que le sobraban entre primarias y primarias, desvirtuando la acción de gobierno a mera gestión y trinchera de partido".

La referencias a la inestabilidad añadida del Ejecutivo en minoría PSOE-CHA por la posible dimisión de Lambán en caso de perder las primarias sobrevoló el debate sobre el estado de la Comunidad. Por mucho que el presidente repitiera que después del 8 de octubre (fecha en la que se dilucidará quién asume la secretaría regional socialista) seguirá al frente de la DGA, los portavoces le echaron en cara que condicione el futuro de la Comunidad al de su trayectoria política.

Maru Díaz opinó que todo respondía a una estrategia, la de ocultar que no tiene "ni un solo proyecto" tras un ejercicio, el de 2016, en el que demostró la "incoherencia" de buscar acuerdos con la derecha o la izquierda en función de sus necesidades. "Se dedicó a pactar con Dios y con el diablo y en 2017 ha apagado las luces y se ha quedado quieto en la mata", recriminó.

La portavoz podemista también pretendió desmontar la recuperación de la crisis, para lo que aludió a la "cronificación de la precariedad", al repunte de la tasa de pobreza o a las ejecuciones hipotecarias.

La diputada de IU Patricia Luquin pidió más decisión a la hora de aplicar una verdadera política progresista. Por ello, planteó como gran desafío el cambio de modelo productivo, que pasa por poner fin al empleo de "miseria" y diversificar la economía. "No se puede salir de la crisis con sueldos de 700 euros", dijo antes de desear que el proyecto de Bon Àrea no se convierta "en el Gran Scala" de la coalición PSOE-CHA.

El bloque del centroderecha volvió a incidir en la necesidad de acuerdos y pactos que eviten la "inestabilidad" de un gobierno en minoría "sometido" a Podemos. Así lo hizo el portavoz del PP, Luisa María Beamonte, y los del PAR y Ciudadanos, Arturo Aliaga y Susana Gaspar, respectivamente.

El líder aragonesista fue el más incisivo y llegó a plantear una "gran coalición" a la alemana ante la inestabilidad de los dos últimos años, en los que los acuerdos se han limitado a la izquierda. "Por sectarismo, desde la misma noche electoral optó por un pacto de izquierdas", sostuvo.

Aliaga, que dedicó buena parte de su intervención a hablar del brexit, el desafío secesionista y el terrorismo, reprochó al Gobierno que la renta social siga a la espera pese a la urgencia con la que se anunció hace casi dos años. Y salió en defensa de la concertada.

La portavoz de Ciudadanos, Susana Gaspar, se refirió en su intervención a la falta de proyecto y a la "rifirrafes" de la izquierda con el fin de proponer un cambio de rumbo a Lambán basado en acuerdos de amplia base. "Deje de romper puentes y póngase a labrar nuevas alianzas. Debe liderar una etapa de pactos", manifestó.

Gaspar aludió a la necesidad de sellar al menos "pactos esenciales para la Comunidad", citando expresamente la Justicia, la lucha contra la violencia de género y, especialmente, la educación. Sobre esta última materia, dijo que se deben "coser las costuras" tras el conflicto que ha generado con la concertada para "contentar" a sus socios de Podemos.

Mientras tanto, los portavoces del PSOE y CHA, Javier Sada y Gregorio Briz, respectivamente, cumplieron el guión previsto y avalaron las políticas de la coalición. Sada planteó que no se le puede achacar a la coalición que carezca de proyecto y arremetió contra el PP, mientras Briz llamó a "reeditar" el pacto alcanzado un año por la izquierda para los presupuestos, de modo que se pueda apuntalar un "modelo social y económico más justo".

En las réplicas a los portavoces, el presidente exhortó a Podemos a sentarse a negociar ya las cuentas de 2018 para hacer realidad las políticas que le están exigiendo y echó en cara que son ellos los que frenan el "cambio" que pusieron en marcha al apoyar su investidura. Y como al resto de la oposición, le reprochó que carezca de un proyecto alternativo. "Son exactamente iguales a los demás para lo bueno y para lo malo", sostuvo.

El presidente agradeció, especialmente a Aliaga, el ofrecimiento de acuerdos, pero lo circunscribió a la educación y no a las cuentas de 2018. A su juicio, sería una "incoherencias" pactarlas con los partidos que no apoyaron su investidura.

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