Joaquim Paladella, alcalde de Batea por una formación municipal independiente (UPTA-PM, Unión por la Tierra Alta) y ex diputado autonómico socialista por el PSC, aseguró este miércoles que se mantiene firme en su propósito de estudiar jurídica y legalmente la segregación del municipio tarraconense de Cataluña e intentar la adhesión a Aragón. Lo hará si el actual gobierno de la Generalitat sigue "castigando y discriminando a sus vecinos" por el mero de hecho de pertenecer a una localidad que no está gobernada por las mismas formaciones políticas.

Aseguró que el enfrentamiento precisamente no es puntual, sino que "viene de lejos". Comenzó en 1991, cuando su partido ganó las elecciones municipales y desplazó de la alcaldía al anterior gobierno de Convergencia (hoy PDECat). Pero reconoció que la situación "se ha agudizado" en la actualidad, al hilo del proceso secesionista impulsado por el Govern de Puigdemont, "en el que parece que todo vale y nada se respeta". "No se respetan ni las leyes ni los acuerdos ni las resoluciones del propio Parlament", dijo antes de poner de ejemplo lo que ha sucedido en el caso de la residencia de la tercera edad proyectada en el municipio con 60 plazas concertadas. En estos momentos, solo tiene 30 y está bloqueada, con incumplimiento de los convenios firmados previamente con la Generalitat.

"Está claro –relató Paladella– que si no eres de su cuerda te castigan, pero nadie repara en que quienes pagan injustamente son los vecinos". Sin llegar a establecer una relación causal directa, el alcalde insistió en que la sombra del referéndum independentista se proyecta sobre este litigio. "No se puede obviar que en Cataluña hay una sensibilidad compartida por muchas personas, pero eso no significa que todo valga, incluida la imposición, y que todas las salidas sean por la tangente. Al contrario, lo que hay que hacer es buscar políticamente una solución y llegar a acuerdos que sirvan para todos", aseveró.

Aunque de momento su órdago solo ha llegado a la subdelegación del Gobierno de Tarragona y no ha habido ningún contacto con instituciones aragonesas, "lo primero es ver si es posible y hay fórmulas legales", dijo. El alcalde de Batea anunció que su próximo paso será pedir una reunión con el presidente Puigdemont para explicarle sus intenciones. "Con Aragón no hemos hablado –concluyó–, pero es evidente que somos muy buenos vecinos (Batea limita con la comarca de Caspe) y que tenemos una magnífica relación con municipios como Calaceite, Nonaspe o Maella".

Joaquim Paladella Curto nació en Batea hace 54 años y es el actual alcalde de la localidad. Además, fue diputado del Parlamento de Cataluña por el PSC durante la séptima y la octava legislaturas.

Paladella es agricultor y se dedica al cultivo de viña, olivos y almendras en una explotación agraria de su propiedad. Es miembro de la Unión de Agricultores, así como fundador y secretario del partido en el que milita, Unió per la Terra Alta, con el que ganó las elecciones municipales a Batea a Convergencia i Unió (actual PDECat) desde 1991 hasta el día de hoy.

Además, Paladella es miembro del Consejo Nacional de la Federación de Municipios de Cataluña (FMC), y representa a este organismo en la Comisión Territorial de Urbanismo de las Tierras del Ebro, en la Comisión de Cooperación Local de Cataluña y en la Subcomisión de Cooperación Local de las Tierras del Ebro.