“En Aragón, se dan custodias compartidas a los maltratadores”
La tesorera de la Asociación Somos Más contra la violencia de género, Annete Merino, explica la situación que viven las víctimas en la comunidad aragonesa.
El número de víctimas de violencia machista aumenta cada día en nuestro país. En Aragón, desde la Asociación Somos Más denuncian que, al elevado porcentaje de víctimas anuales se añade una situación de mucho riesgo y desamparo, tanto para ellas como para sus hijos, apunta Annete Merino, tesorera de esta entidad contra la violencia machista.
A pesar de las órdenes de alejamiento, nuestra seguridad depende de cambiar nuestras rutinas mientras que nuestros agresores están libres por la calle, explica Merino.
Denunciar este tipo de situaciones es fundamental. Sin embargo, las denuncias o no llegan o lo hacen demasiado tarde. No hay nada más paralizante para un ser humano que vivir con miedo. Miedo a no saber qué es lo que va a pasar una vez se denuncie y miedo a perder a los hijos... Y realmente se da el caso, avisa la tesorera de Somos Más.
En Aragón se están dando custodias compartidas a los maltratadores. Se alega que como padres tienen derecho sobre sus hijos pero, ¿y los derechos de los niños?, se pregunta Merino. Saber que una vez hecha la denuncia corremos el riesgo de que nos quiten a nuestros hijos es una situación que nos paraliza. Por eso preferimos, en muchas ocasiones, quedarnos calladas y aguantar muchos golpes más relata la tesorera.
Responsabilidad de todos
La sociedad no conoce los problemas que tienen las víctimas, informa Merino. No solo el tema de las custodias compartidas. También tener que ir a los puntos de encuentro para que nuestros hijos se queden con los maltratadores y donde no contamos con protección, argumenta la tesorera.
Un minuto de silencio cada vez que asesinan a una mujer no es suficiente. Pedimos a la sociedad que si ven o escuchan una agresión denuncien a la policía, demanda Merino.
El endurecimiento de las penas y que se vea la cara del maltratador en los medios de comunicación para que haya un repudio social y que sean ellos los vigilados y no nosotras, dice Annete Merino, son solo algunas de las demandas de unas víctimas que solo buscan ser libres.
