La diputada Erika Sanz, la mejor situada para relevar a Echenique al frente de Podemos-Aragón

La sucesión se votará en cuatro meses y también suenan Pedro Arrojo, Román Sierra, Nacho Escartín y Maru Díaz. Destacados dirigentes plantean ya la opción de pactar una lista unitaria.

Pablo Echenique y Erika Sanz, en un pleno de las Cortes de Aragón.
Pablo Echenique y Erika Sanz, en un pleno de las Cortes de Aragón.
Oliver Duch

El proceso se acaba de abrir, pero la diputada autonómica Erika Sanz parte como la mejor posicionada para relevar a Pablo Echenique al frente de Podemos-Aragón. No solo forma parte de la cúpula regional, sino que cuenta con el beneplácito de la dirección nacional y puede consolidarse como la persona de consenso entre las distintas corrientes de la formación morada en la Comunidad.

Los más de 14.000 inscritos tendrán la última palabra a finales de septiembre, la fecha elegida por la ejecutiva regional –el denominado consejo ciudadano– para renovar la dirección y acabar así con la acumulación de cargos de Echenique, que incumpliría la normativa interna de alargar la situación más allá de octubre. Todos los dirigentes consultados insistieron ayer en que aún es pronto para dar nombres, pero en las quinielas suenan también los del secretario de Organización, Román Sierra (anticapitalistas), el de la portavoz de las Cortes, Maru Díaz (próxima a Errejón), el diputado regional Nacho Escartín (no adscrito a ninguna corriente) y el parlamentario nacional Pedro Arrojo. Este último es el único que ha dejado entrever sus aspiraciones en una carta abierta que ha dirigido a la militancia, en la que llama a la renovación sin perder la unidad como uno de los valores de la formación.

De hecho, Arrojo defiende que se abra una nueva oportunidad de promover "un debate de cambio integrador que permita superar los errores y deficiencias sobre la base de los aciertos y avances conseguidos".

Al igual que otros cargos de la formación morada, incide en su carta en que no hay diferencias políticas sustantivas como para "cavar trincheras".

En esta línea, la corriente mayoritaria entre destacados dirigentes es la de pactar una lista unitaria, evitando reproducir en Aragón los enfrentamientos vividos en Madrid. "Somos una organización fuerte y unida sin obviar la pluralidad y no podemos dejar de ser un referente en el resto del país", señalaron.

Una figura de consenso

En este objetivo juega a favor el perfil de Erika Sanz. Es joven, mujer, asume en las Cortes una de las áreas con más peso en el partido, el de la educación, y ha logrado con su discurso diferenciarse con claridad del PSOE. También destacó su dureza a la hora de negociar con los socialistas el recorte de la concertada como condiciones inexcusable para pactar los presupuestos.

Eso sí, la diputada deberá dejar su puesto en la ejecutiva nacional, el único que ocupa un aragonés aparte del que tiene reservado Pablo Echenique, para cumplir con el régimen de incompatibilidades aprobado por Podemos. Su designación hace tres meses evidenció que cuenta con el beneplácito del aparato: Sanz optó con claridad por el liderazgo de Pablo Iglesias cuando estaba en discusión antes de la asamblea estatal de Vistalegre.

La propuesta de Echenique pasaba por convocar la asamblea regional el próximo mes de junio, lo que hubiera dificultado la disensión interna. Sin embargo, la mayoría planteó su celebración después del verano para facilitar el debate interno, la posibilidad de tejer alianzas y pactar el documento organizativo que deberá marcar el futuro de la formación morada. "El proyecto político lo compartimos todos, por lo que la cuestión está en cerrar una lista de unidad con una propuesta de organización que convenza a todos", señalaron varios responsables.

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