La necesaria lluvia tras meses de sequía ha hecho por fin acto de presencia en varias zonas de Aragón, incluida Zaragoza. Después de tanto tiempo sin llover y de unos días más propios del verano que de la estación primaveral, estas precipitaciones se están recibiendo, como dice el refrán, como agua de mayo, aunque llegan demasiado tarde para muchos cultivos. La entrada de un frente frío por el noroeste de la península, que se irá desplazando progresivamente hacia el este, es otro de los cambios que el tiempo ha traído este jueves, dado que suponen una caída de hasta 10ºC de las temperaturas en Aragón.

Según ha informado la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), las máximas de hasta 30ºC alcanzadas durante el martes y el miércoles, que pueden denominarse como veraniegas, han dado paso a un clima más propio de la época en que nos encontramos, la primavera.

Ese bajón de la temperatura se está notando más durante este jueves, pero se prolongará hacia el fin de semana. No así las lluvias, que han llegado este mismo miércoles a algunas zonas de la Comunidad. Este jueves llueve en las tres provinncias aragonesas, incluida la capital, si bien en Huesca, y en concreto en el Pirineo, donde se esperaba que lo hiciera con más fuerza e insistencia, según Rafael Requena, delegado de Aemet en Aragón.

Allí, en la zona pirenaica, se espera que se acumulen precipitaciones este jueves en torno a los hasta 55 litros por metro cuadrado.

En las Cinco Villas y la Ibérica zaragozana también se podrán acumular precipitaciones de hasta 15 litros por metro cuadrado entre las 9.00 y las 19.00 y, en este último territorio también está activada la alerta por tormentas.

Respecto a la caída de los termómetros, Requena afirma que en ningún caso se prevén que vuelvan las temperaturas invernales, pero sí que se espera un claro bajón de entre 8 y 10ºC de media en las máximas registradas en todo el territorio.