El Instituto Aragonés de Servicios Sociales (IASS) ha hecho un llamamiento para que de aquí al mes de julio familias aragonesas acojan temporalmente a nueve niños de entre 0 y 6 años. La jefa del Servicio de Atención a la Infancia y a la Adolescencia del Gobierno de Aragón, María José Bajén, explicó ayer que este tipo de acogimiento de urgencia es cada vez más necesario en la Comunidad.

La idea es que los menores convivan con estas familias de acogida mientras la Administración analiza la situación de los pequeños y determina en qué momento pueden volver con sus padres biológicos o, en caso de que concluya que no es posible el retorno, que pasen al programa de adopción.

Según los datos facilitados ayer, en lo que va de año, las familias aragonesas ya han recibido en sus hogares a 25 menores: 18 de ellos, en acogimiento de urgencia, 4 temporales y 3 permanentes. Durante 2016, el número de menores acogidos fue de 66 (46 de ellos, en acogimiento de urgencia). En total, en la Comunidad hay en este momento 83 niños acogidos: la mayoría (50) tienen con carácter permanente; 9 temporales y el resto (24), de urgencia.

Bajén apuntó que el tipo de acogimiento está en función de las circunstancias del menor y del tiempo que este necesite una familia receptora: la media oscila entre los 4 y los 6 meses, aunque, en casos excepcionales, el niño puede precisar atención solo durante unos días o semanas o, por el contrario, prolongar la estancia por espacio de dos años. La responsable de Protección a la Infancia y a la Adolescencia del IASS recordó que en cualquiera de los tipos de acogimiento, las familias saben que se les pide "un apoyo puntual y solidario" y de gran compromiso, ya que "durante el tiempo que acogen a los niños son como un hijo más", dijo.

Asimismo, recordó que los menores acogidos siguen vinculados a sus familias biológicas y mantienen un contacto periódico con ellas, "regulado por ley –dijo–, dependiendo de los casos y las circunstancias del entorno del pequeño y teniendo en cuenta siempre lo que es mejor para el menor". Ya que el objetivo prioritario –recordó– es que los chavales vuelvan a sus casas y solo se baraja la adopción o el acogimiento permanente si el retorno a sus familias es imposible.

Evolución del programa

En cuanto a las familias aragonesas que están en este momento en disposición de recibir en sus casas a un menor, Bajén calculó su número en 65, cifra a la que habría que sumar otras 23 pendientes de valoración.

El proceso para entrar en el programa de acogimiento familiar es riguroso y los interesados deben pasar por una serie de filtros que permitan al IASS tener la certeza de que los menores –que en ocasiones vienen de situaciones familiares muy duras: de abandono, maltrato físico o psíquico o incluso abusos– van a estar bien atendidos.

Según los datos aportados por Bajén, en estos primeros meses de 2017, un total de 28 familias han solicitado información sobre el programa de acogimiento temporal. De ellas, 14 han acabado presentando su solicitud de valoración y, por tanto, pasarán por un curso de formación y una serie de entrevistas para determinar su idoneidad.