Antonia Peña: "El dinero que antes sacabas para un mes ahora dura 15 días"

Antonia Peña vive con su marido y, ahora, hace la compra solo para el matrimonio.Tiene tres hijos y seis nietos, por lo que, de vez en cuando, tiene que llenar más el carro. Esta zaragozana ama de casa y miembro desde hace más de 40 años de la asociación de consumidores Torre Ramona, afirma que los precios han subido "una barbaridad" en la última década, y se queja de que la pensión, sin embargo, apenas se ha movido. "Vivimos con la pensión de mi marido, y por desgracia no todo sube al mismo ritmo. Es irrisorio que nos den un euro más al mes", contaba.

Con motivo del aumento de los precios, Antonia ha hecho algunos cambios en sus rutinas de consumo diario. Recuerda que el dinero que antes sacaba "para comprar un mes", ahora dura "quince días". "Antes, bajabas a comprar con 50 euros y volvías a casa con 20. Ahora, si compras algo de carne, pescado y fruta, es muy probable que tengas que volver a por más", afirma. De hecho, reconoce que ningún mes se fija un presupuesto prestablecido para la comida, porque "siempre" se pasa.

Comparte con su compañera de la asociación, María Luisa Corral, algunos trucos para ahorrar dinero. "Yo aprovecho las ofertas y los dos por uno, o el segundo artículo al 70%, sobre todo en los productos no perecederos", comentaba María Luisa. Antonia añadía que también es muy práctico comprar más cantidad (de carne y pescado, principalmente), y «congelarlo todo después».

La subida de las frutas

Las dos compañeras coinciden que uno de los productos que más ha incrementado su precio desde hace una década son las frutas y las hortalizas. "Es lo que más se nota que se ha encarecido –afirma Antonia– y es, sin embargo, casi lo que más tenemos que comprar".

En los últimos tiempos también han detectado una subida importante en el precio del ternasco, por lo que esta ama de casa ahora lo compra menos. También contaba que algunos tipos de pescado, como el salmón, han incrementado mucho su cuantía.

Por último, Antonia ha tomado la decisión de no invertir más dinero en comprar ni postres ni dulces. Ahora se ha convertido en repostera y sostiene que cocina "muchos más flanes y natillas que antes". "Toda la comida precocinada y estos productos también están a unos precios que no nos podemos permitir con una pensión".

Por esta misma razón, la pareja ha reducido "casi hasta la extinción" las salidas de ocio, las cenas en restaurantes o el cine. "Entre lo que cuesta la comida y la subida de la luz y el butano, hay que olvidarse de todos estos caprichos", lamenta.