Aragón hará las pruebas de 4º de ESO y 6º de Primaria tras perder su carácter académico

El Gobierno de Aragón está ultimando los detalles de la Orden que regulará cuántos centros harán la prueba y quién la corregirá.

Imagen del colegio Ramiro Soláns de Zaragoza.
Imagen del colegio Ramiro Soláns de Zaragoza.

El año pasado, la comunidad aragonesa decidió no llevar a cabo las 'reválidas' de Primaria (en 3º y 6º) que marca la Lomce; sin embargo, este año sí que las pondrá en marcha. Para no hacer un examen físico, el Gobierno de Aragón se escudó en la libertad que daba la propia legislación a las comunidades respecto al diseño, aplicación y corrección de la evaluación. Por ello, se planteó una prueba diferente: el Gobierno de Aragón elaboró una evaluación individualizada con la que los docentes comprobaron las competencias adquiridas por cada alumno. Posteriormente, una comisión externa fue la encargada de realizar el documento individualizado definitivo.

Tras el rifirrafe vivido entre el Ministerio y varias comunidades autónomas por la realización de las 'reválidas', ambas partes llegaron al acuerdo de eliminar el carácter académico y censal de estas pruebas. De este modo, todas las comunidades harán estos exámenes a un grupo determinado de alumnos. “Se llegó a este acuerdo y nosotros estamos conformes; ya que se ha minimizado totalmente el efecto de la Lomce y ya no tienen ninguna repercusión en los resultados académicos”, puntualizan desde la Federación de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos de la Escuela Pública de Aragón (Fapar). Con esta nueva configuración, en las próximas semanas varios centros aragoneses llevarán a cabo las pruebas de 4º de ESO y 6º de Primaria.

Según han confirmado fuentes del propio Ejecutivo autonómico, durante las últimas semanas ya se han mantenido reuniones con los distintos centros para alcanzar un acuerdo sobre la elaboración de estas pruebas que, tal y como señala el borrador realizado por el Ministerio, tendrán que ejecutarse entre mayo y junio. Sin embargo, todavía no ha trascendido cuántos colegios e institutos participarán ni el número de alumnos que finalmente tendrán que hacer el examen. Por su parte desde el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte simplemente señalan que “la selección de alumnos y centros será suficiente para obtener datos representativos”.

“La prueba no va a ser censal por lo que se ha seleccionado un número reducido de centros de Primaria y Secundaria con carácter muy variado: públicos, concertados, de la escuela rural, más grandes y pequeños”, explican desde Fapar. Al mismo tiempo puntualizan que desde el Departamento de Educación del Gobierno de Aragón les han asegurado que los resultados de estos exámenes no se harán públicos y tampoco se enviarán a Madrid. “En todo caso, harán un análisis interno para evaluar cuál es la situación, pero que no se dará a conocer públicamente”, recalcan.

¿Cómo serán las pruebas?

El proyecto presentado por el Ministerio especifica la configuración general de las pruebas, aunque deja muchos detalles a elección de las comunidades autónomas. Por ejemplo, respecto a la de 6º de Primaria determina que se fijará de acuerdo al Real Decreto del 20 de noviembre de 2015, por lo que se mantienen las directrices de los exámenes realizados el año pasado (que en Aragón no se llevaron a cabo).

En el caso de la de 4º de la ESO, que se desarrollará por primera vez en todo el país, sí que es más específico. En concreto, se harán cuatro exámenes diferentes (frente a los siete que planteaba la Lomce cuando la 'reválida' tenía carácter académico): Lengua Castellana y Literatura, Lengua Extranjera, Matemáticas y Geografía e Historia. El proyecto redactado por el Ministerio determina que cada prueba debe constar de un número de preguntas suficiente para poder describir los seis niveles de desarrollo competencial.

Además, cada una tendrá 60 minutos de duración con un mínimo de un cuarto de hora entre ellas. Por su parte, los centros tendrán un máximo de cuatro días para la realización de todos los exámenes. Las pruebas pueden contener preguntas abiertas, semiabiertas y también de opción múltiple, siempre y cuando, “el porcentaje de abiertas y semiabiertas alcance un mínimo del 20%”.

Respecto a ambos exámenes, el documento establece que cada comunidad decidirá quién es el personal encargado de la aplicación y corrección de los exámenes, aunque ellos recomiendan que sean "funcionarios pertenecientes a cuerpos docentes del sistema educativo español externos al centro en el que se apliquen las pruebas". "La idea que nos transmitió el Gobierno de Aragón se centraba en que los centros elaborarán las pruebas, pero las corregirán otros docentes externos", explican desde Fapar. Además, este proyecto señala que no es necesario que participen en la pruebas alumnos con necesidades educativas especiales o con dificultades específicas de aprendizaje.

En cuanto a los resultados, el escrito detalla que las comunidades deberán elaborar un informe con los resultados obtenidos y que estos serán puestos en conocimiento de la comunidad educativa. Además, abre la puerta a que la comunidad que lo decida pueda elaborar informes para cada centro e incluso lleguen a hacer una evaluación censal a todos los alumnos. Situaciones que, de momento, parece que el Gobierno de Aragón no se plantea.

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