Los mismos accidentes que hace 40 años, pero con cientos de muertos menos

Varios hitos definen las estadísticas de la DGT en cuanto a siniestros y víctimas. El carné por puntos ha sido el principal.

El accidente ocurrió en la carretera A-1305 a la altura de Épila.
Un accidente en la carretera A-1305 a la altura de Épila dejó tres heridos el pasado domingo.
DPZ

Los municipios aragoneses y las carreteras que los unen albergan a día de hoy el mismo número de siniestros con víctimas que hace cuarenta años. Con una importante y alegre salvedad: cada vez son menos las personas que pierden la vida en un accidente de tráfico. Según el anuario estadístico de la Dirección General de Tráfico (DGT), en 2015 -últimas cifras consolidadas- fallecieron 71 personas en 2.200 accidentes con víctimas. Echando la vista atrás casi cuatro décadas, hasta 1976, se encuentra un guarismo cercano en cuanto a percances sobre el asfalto (2.318), pero muchos más muertos, hasta 220.

Estas cifras van acompañadas de otra circunstancia: el tráfico de vehículos, es mucho mayor 39 años después. Recién estrenada la democracia, en Aragón había matriculados 211 coches, motos, furgonetas y camiones por cada mil habitantes. Hoy son 637 los automóviles por cada millar de vecinos.

Entonces, si hay más coches circulando, ¿cómo y cuándo se ha reducido tan drásticamente la mortalidad? Varios hitos marcan este importante recorrido, aún incompleto. Tuvieron cierta incidencia la obligatoriedad de llevar el casco cuando se circula en moto (una novedad introducida en 1982) o la extensión del cinturón a todos los pasajeros en 1990. Antes, sólo el conductor debía llevar abrochado un elemento que en la actualidad se antoja imprescindible.

En 1999 se bajó la tasa máxima permitida de alcohol en sangre de 0,8 a 0,5 gramos por litro. Un paso importante, pero no tanto como la puesta en marcha del sistema del carné por puntos en 2005. Aquel año murieron 214 personas en el asfalto en la Comunidad y un año después ya se bajaba de la barrera de los dos centenares (181) para no volver a rebasarla jamás.

Si bien esta normativa, polémica en sus inicios, arrancó con una gran eficiencia probada, las tasas de fallecimientos se han ido estancando, incluso registrando hace tres años un repunte de vidas sesgadas. "El carné por puntos supuso un gran revulsivo, pero ya se sabía que la buena tendencia se iba a estabilizar al poco tiempo, como ocurre con todas las grandes medidas", apunta Juan José Alba, coordinador del grupo de investigación de Nuevas Tecnologías en Vehículos y Seguridad Vial (Vehivial) de la Universidad de Zaragoza.

Otro hito importante en materia de seguridad vial fue la puesta en marcha de los radares de tramo. Llegaron a las carreteras en 2009 y, desde entonces, el número de fallecidos ha descendido un 41% en Aragón.

Sin embargo, Alba se pregunta por qué en una sociedad cuyo componente tecnológico avanza de forma tan rápida la velocidad en las carreteras no lo hace al mismo ritmo. "Las máquinas que se fabrican son cada vez más potentes y cuentan con más sistemas de seguridad, pero los planteamientos basados en la sanción llevan al miedo del conductor", razona.

Además, el investigador incide en un aspecto que, para él, resulta capital: "El automóvil evoluciona, pero no así la formación. En las autoescuelas se enseña prácticamente lo mismo ahora que en la década de los 70. ¿Por qué, por ejemplo, no se enseña a frenar con ABS? ¿Por qué no introduce en el temario la gestión de riesgos? Eso no es culpa de las autoescuelas, que se ciñen al temario, sino de la DGT. Es necesaria una formación más técnica".

Otro aspecto importante de cara a reducir esos 71 muertos es el mantenimiento de los viales. La Asociación Española de la Carretera (AEC) elabora anualmente una auditoría en la que valora el déficit de inversión de las instituciones en la conservación, que en el caso de Aragón asciende a 626 millones de euros. La AEC concluye que las comunidades aragonesa y navarra son las dos únicas con un estado de los firmes deficientes y claramente por debajo del valor medio del país.

Los accidentes más comunes

La mayoría de accidentes con víctimas y heridos no hospitalizados ocurren en vías urbanas (65% y 62% del total, respectivamente). El mayor número de fallecidos se presentan en carreteras convencionales (57% del total). El 76% de los accidentes se producen en días laborables, contabilizándose en ellos dos tercios de los fallecidos. En cuanto al tipo de accidente, aunque las colisiones laterales, traseras y múltiples suponen más de la mitad de los accidentes, son las salidas de la vía las que provocan un mayor porcentaje de fallecidos.

A pesar de que en el 77% de los accidentes con víctimas está implicado un turismo, los fallecidos en este tipo de vehículo suponen solo el 41% del total. Los peatones son los usuarios más vulnerables, como prueba el hecho de que estén implicados en un 14% de accidentes con víctimas pero supongan el 22% del total de fallecidos. En términos de lesividad, les siguen las motocicletas, implicadas en el 25% de los accidentes con el 19% de fallecidos. En relación a la edad, se observa que el 32% de los fallecidos tenían una edad comprendida entre 35 y 54 años. En el 69% de los accidentes con víctimas estaba implicado al menos un varón.

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