La DGA estudiará los casos de materiales escolares digitales que caducan en un año

Esta es la segunda vez que el Justicia le traslada este problema al Gobierno autonómico, pero todavía no hay solución.

Colegio San Juan de la Peña de Jaca, haciendo uso de la pizarra digital.
Colegio San Juan de la Peña de Jaca, haciendo uso de la pizarra digital.
Laura Zamborain

Los centros escolares sostenidos con fondos públicos de Aragón tienen la obligación de mantener, como mínimo, cuatro años los libros de texto, con el fin de facilitar el traspaso de libros de un hermano a otro y de que se puedan dejar en bancos de libros para que otros alumnos puedan utilizarlos al año siguiente. Sin embargo, este es el segundo año que el Justicia de Aragón recibe una queja por el material escolar digital que caduca al año de comprarlo. En concreto, se refiere a aquellas plataformas complementarias a los libros de texto que las editoriales venden de manera conjunta y en los que suelen aparecer ejercicios adicionales. Una cuestión que el Gobierno de Aragón piensa estudiar en un futuro.

“Cuando empezó el curso, comprobé que los libros que anteriormente había utilizado mi hija mayor, no le valían al mediano, al menos, no en parte”, explica Begoña, madre de tres hijos, matriculados en un colegio de Zaragoza. Por primera vez, el hijo mediano iba a poder reutilizar los de su hermana (en otras ocasiones, debido a la diferencia de edad y a los ritmos que llevaba el colegio al cambiar los libros, no habían coincidido), sin embargo, la sorpresa de Begoña fue que al introducir la clave de acceso a la plataforma 'online' que ofrecía la editorial, esta no le funcionaba porque la licencia había caducado.

“Estuve buscando el teléfono de atención al cliente de la editorial y finalmente lo encontré. Les llamé y me dijeron que la licencia duraba un año y que si quería volver a tener acceso a la plataforma debía comprar de nuevo todos los libros”, explica. Algo que en su caso era completamente inviable: “Lo peor de todo es que no me dieran ninguna solución. Por ejemplo, que me ampliaran la licencia o, si me hubiera interesado, comprar solo la de la plataforma”.

Por suerte, según recalca, esto no le ha supuesto ningún problema en el centro escolar. “Los profesores solo les mandan los deberes del libro, pero sí que recomiendan utilizar la plataforma para tener más ejercicios con los que poder prepararse el examen; que fue lo que hicimos con mi hija mayor y realmente son útiles”, recuerda. Por ello, reclama que este material 'online' esté activo durante algunos años, ya que cuando pagas el libro, también estás costeando esta plataforma. Además, el código para poder acceder a ella viene en la parte interior del libro, como una alternativa más. Por todo ello, enviaron una queja al Justicia de Aragón.

La sugerencia del Justicia

Ahora, Fernando García Vicente ha remitido un escrito al departamento de Educación del Gobierno de Aragón en el que le pide que se supervise el material complementario digital que incluyen algunos libros de texto con el fin de evitar que únicamente tengan validez para un curso. Según expone el Justicia de Aragón y también la familia, “esto supone un perjuicio económico y contradice el valor educativo de la reutilización del material escolar”. Además, García Vicente puntualiza que se dificulta el sistema de préstamo de libros de texto previsto por la propia administración.

Esta no es la primera vez que el Justicia recibe una queja sobre esta cuestión. La primera se produjo en 2015 y desde el Ejecutivo autonómico contestaron que este material 'online' complementario también es curricular y, por lo tanto, debería mantenerse durante cuatro años. Solo con carácter excepcional, se podrá autorizar la sustitución anticipada cuando “la dirección del centro, previa comunicación al Consejo escolar, acredite de forma fehaciente esta necesidad". Sin embargo, parece que esta contestación no ha tenido demasiado efecto en las editoriales, ya que en la actualidad las familias siguen sufriendo el mismo problema. Como el año anterior, el Gobierno de Aragón ha especificado que estudiará el problema.

Desde la Federación de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos de la Escuela Pública de Aragón (Fapar) señalan que cuando se realizó la primera queja al Justicia, llevaron a cabo una consulta entre sus asociados y los centros escolares. “Detectamos que los propios colegios no hacían uso de esta herramienta digital. Los profesores, siendo conscientes de que al año de comprarlo se pierde la licencia, no obligan a utilizar esta plataforma”, señalan.

No obstante, detallan que lo lógico sería regularlo para que la licencia tuviera la misma duración que los libros y así no se produciría esta discriminación a determinadas familias. No hay que olvidar que, además de pasar de unos hijos a otros, el libro puede volver a ser utilizado por el mismo alumno si tiene que repetir el curso y también puede ser vendido o regalado a cualquier familiar o amigo. “Entendemos que el libro ya está pagado y con él la plataforma 'online', por lo que su uso debería ser indefinido y todo aquel que tuviera el libro, pudiera aprovechar las características que tiene”, sostienen.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión