La creciente demanda de la vacuna de la meningitis dispara las esperas 4 meses

La demora para comprar la vacuna de la meningitis B, la famosa Bexsero, se ha disparado después de que su producción se haya casi paralizado en los últimos meses. Hasta cuatro meses de espera acumulan algunas farmacias para poder dispensar una dosis de este medicamento. A algunas boticas apenas llegan un par de inyecciones al mes, lo que hace casi imposible cubrir la demanda que se ha generado en algunos establecimientos, con decenas de personas pendientes de poder adquirir la vacuna.

Desde que el Ministerio de Sanidad autorizó la venta libre en las farmacias del famoso Bexsero en octubre de 2015, la oferta casi nunca ha podido hacer frente a la demanda de vacunas. Además, las peticiones han aumentado considerablemente tras los cuatro casos de meningitis B registrados en los últimos meses en menores de la Comunidad.

Aunque la dispensación siempre ha escaseado, los problemas de producción de la vacuna desde principios de año por parte del laboratorio han complicado considerablemente el acceso a la misma. Fue el propio laboratorio el que reconoció las dificultades técnicas para elaborar más cantidad de vacunas y, según la secretaria del Colegio de Farmacéuticos de Zaragoza, Raquel García, está previsto que la escasez continúe hasta parte del segundo trimestre de año.

Esto, reconoció la profesional, dificulta poder hacer frente a las solicitudes e incrementa las listas de espera. Hay que tener en cuenta que la pauta de la vacuna es de dos dosis, con una diferencia de al menos dos meses. "Cada farmacia se gestiona como puede. Yo ya no espero tener las dos dosis para llamar a las personas que tengo en lista de espera, porque si no la demora todavía se dispararía más", aseguró la responsable del Colegio de Farmacéuticos de Zaragoza, que tiene una botica en un pueblo y reconoció que a ella le han llamado incluso algunos padres de Zaragoza capital por si tenía alguna dosis disponible.

Pauta de conservación

A los padres que consiguen la vacuna, García sí que recomendó seguir unas pautas de conservación. Les aconsejó que sean las farmacias las que guarden en sus neveras las dosis hasta el día que vaya a inocularse para evitar que se rompa la cadena de frío. Así, muchos profesionales son reacios a que los padres almacenen en sus neveras estos productos, ya que no están a una temperatura constante y esto puede afectar a la calidad de la vacuna.

Una de las peculiaridades de Bexsero es que no existe unanimidad sobre su efectividad y la necesidad de inocular a todos los niños. Aunque algunos pediatras consultados por este periódico sí que aconsejan proteger a los menores si los padres pueden permitirse comprar la vacuna (cada dosis cuesta más de cien euros), otros profesionales son más reacios a inocular esta sustancia al asegurar que su efectividad no está demostrada y tiene muchos efectos secundarios.