La lista para pruebas baja, pero 15.000 aragoneses llevan más de un mes esperando una ecografía
El número ha descendido respecto a diciembre de 2016, pero hay 2.000 estudios pendientes más que hace medio año.
Más de 15.000 aragoneses llevaban más de un mes esperando una ecografía a principios de 2017. Aunque la cifra ha mejorado respecto a diciembre del año pasado, con casi 1.400 pruebas menos, en estos momentos todavía sigue habiendo 2.000 estudios pendientes más que hace medio año. Son los hospitales Miguel Servet y Royo Villanova de Zaragoza los que más atasco acumulan. Entre ambos suman cerca de 10.000.
Las ecografías se han convertido en una de las pruebas más demandadas por los facultativos para conseguir diagnosticar determinadas enfermedades y, paralelamente, la demora aumenta mes a mes. Fue el propio consejero de Sanidad, Sebastián Celaya, el que admitió hace algún tiempo que uno de los escollos más importantes a los que tiene que hacer frente para poder reducir la demora es la falta de especialistas de radiodiagnóstico en la Comunidad aragonesa. De hecho, la lista de espera para esta prueba diagnóstica fluctuó a lo largo de 2016, aunque ha comenzado 2017 con la misma cifra global que en enero del año pasado.
Así, el Servicio Aragonés de Salud tiene serias dificultades para cumplir con el decreto que el Gobierno de Aragón aprobó en el año 2009 y por el que se comprometió a que no se tardaría más de un mes en citar para una radiografía, una ecografía o un TAC.
Además de en el Miguel Servet y el Royo Villanova, el Clínico tiene 1.674 personas pendientes de esta prueba desde hace más de 30 días (1.790 en diciembre) y 1.379 en Barbastro (2.072 a finales de 2016). El hospital de Alcañiz cuenta con una lista de 848 ecografías desde hace más de un mes, 661 el Nuestra Señora de Gracia (Provincial) y 454 el San Jorge (en Huesca).
Las ecografías son cada vez más demandadas por los facultativos de Atención Primaria, Especializada e incluso los del ámbito hospitalario. Es un procedimiento de diagnóstico que emplea el ultrasonido para crear imágenes bidimensionales o tridimensionales. Es un estudio sencillo e indoloro. Por ello, cada vez es más frecuente. De hecho, hay especialistas que consideran que la prescripción de estás pruebas se ha disparado innecesariamente y en muchos de los casos las consideran prescindibles.
