“Tener cáncer es una noticia que no te esperas, yo me quedé hecha polvo”, recuerda Begoña Aranjuelo. Esta zaragozana, superó la enfermedad hace ya 12 años tras una “dinámica de pruebas, tratamientos y operaciones muy dura”.

Ella se notó un bulto mientras se duchaba. Entonces tenía 40 años, una hija de 14 y era auxiliar de enfermería. “Yo siempre he dicho que es un paréntesis en la vida, que se abre y se cierra. Porque tu vida familiar, social, laboral se paraliza durante un tiempo”.

Aranjuelo reconoce que el apoyo de los suyos fue fundamental para superar la enfermedad: “Mi familia me apoyó mucho, mi marido se volcó conmigo. Creo que la parte emocional es muy importante y en la Sanidad hay muchos tratamientos y muy buenos profesionales, pero se obvia esa parte”. Desde hace una década, colabora como voluntaria en la Asociación Aragonesa de Cáncer Genital y de Mama (AMAC-GEMA) como apoyo a las mujeres que acaban de ser diagnosticadas. “Para mí es una gran satisfacción ver que, tras hablar conmigo, salen mucho más relajadas y sonrientes. Es importante para ellas porque sienten que las entendemos, que hemos vivido lo mismo. El haber pasado un cáncer es una parte de tu vida, es parte de ti”, reflexiona.

El 19 de octubre es el Día Contra el Cáncer de Mama, una fecha que sirve como homenaje a los 25.000 nuevos casos que se diagnostican cada año en España, según la Asociación Contra el Cáncer. Según esta organización, una de cada ocho mujeres lo sufrirá a lo largo de su vida, por eso la sensibilización es la clave para una detección precoz que salva vidas.