El 70 % de las empresas familiares de Aragón han aumentado su plantilla en el último año, frente al 61 % del conjunto del país, según se desprende de la quinta edición del Barómetro de la Empresa Familiar.

Según Gregorio Moreno, socio responsable de las oficinas de Aragón y Navarra de KPMG en España, "la empresa familiar aragonesa afronta su futuro con optimismo, avalado por los buenos resultados en facturación, empleo y actividad en el extranjero", por lo que los directivos y empresarios de Aragón tienen previstas nuevas inversiones en nuevos productos y servicios, así como en innovación.

En el conjunto del país, el 70 % de los encuestados muestra una impresión "positiva" de la situación económica que tendrá su compañía en los próximos 12 meses.

Si en 2013 solo el 42 % de las empresas familiares tenían una perspectiva positiva de la evolución de sus negocios, en 2014 y los años posteriores se registró una recuperación significativa de la confianza (64 %, 79 % y 70 %, respectivamente, informan fuentes de KPMG, empresa responsable del informe realizado en colaboración con las Asociaciones Territoriales vinculadas al Instituto de Empresa Familiar.

El 75 % de las empresas familiares han aumentado su volumen de ventas en el último ejercicio (solo un 54% en el conjunto de Europa) mientras que solamente un 11 % lo ha reducido y en términos de empleo, un 93 % ha aumentado o mantenido su plantilla y el 74 % declara ya tener presencia en mercados extranjeros.

Mejorar la rentabilidad es la principal prioridad para el 55 % de las compañías que han participado en esta edición del Barómetro, seguido del incremento de la facturación (52 %), el aumento de la innovación (21 %) y la diversificación en nuevos productos y servicios (20 %).

Un 84 % tiene previstos planes de inversión en los próximos 12 meses, que estarán enfocados a desarrollar la actividad principal de la compañía (78 %), a implementar nuevas tecnologías (52 %) y a abrir mercado en el exterior (47 %).

A pesar del optimismo generalizado, un 55 % apunta a la incertidumbre política vivida durante el último año como el mayor desafío al que se enfrentan en la actualidad.

El aumento de la competencia, señalado por un 47 %, y la disminución de la rentabilidad, destacada por un 35 %, le siguen como los principales obstáculos observados por las empresas familiares españolas.

En el caso de las compañías europeas, la percepción de los desafíos mantiene una tendencia similar, aunque con peso diferente de cada uno de ellos.

Así, la incertidumbre política (37 %) y la guerra por el talento (37 %) comparten la primera posición en cuanto a retos del entorno, seguidos, de nuevo, por una mayor competencia (36 %) y por el descenso de la rentabilidad (33 %).

Uno de cada cinco encuestados admite que a lo largo de los próximos 12 meses traspasará la gestión, la titularidad o el gobierno de la compañía a la siguiente generación y solo el 7 % reconoce que está pensando en vender la sociedad.

Además, un 58 % declara que la siguiente generación ya ocupa cargos directivos en la compañía aunque también se observa una mayor tendencia a dar entrada en este tipo de compañías a gestores y directivos ajenos a la familia: en esta edición, un 87 % admite haberlo hecho ya.

El gobierno corporativo, los planes de sucesión y el control de la compañía son los tres principales factores que garantizan el éxito de una empresa familiar, y el 49 % de los encuestados identifica como mayor reto el constante cambio al que se ve sometido el entorno empresarial.