Los fallos humanos –infracciones, distracciones, alcoholemias...– son la principal causa de accidente. Tráfico insiste una y otra vez en este mensaje, pero las asociaciones de víctimas y agrupaciones automovilísticas claman cada vez más alto por unas carreteras capaces de compensar los errores que como humanos comenten quienes las transitan. Sea como fuere, lo cierto es que el repunte de fallecidos en accidentes de tráfico que este año registra Aragón ha coincidido con un recorte histórico en las partidas destinadas a conservar la red vial.

El tijeretazo ha llegado tanto por manos de Fomento –que ha relegado a la Comunidad al cuarto lugar por la cola en inversión en infraestructuras, con tan solo 92,5 millones en los últimos cuatro años– como por parte de la DGA. De hecho, esta última no oculta en su Plan de Carreteras el "muy deficiente" estado de conservación de su red. Y lejos de mejorar, la situación se agrava, puesto que en el presente ejercicio el Ejecutivo de Lambán ha recortado también un tercio la inversión.

Ya no hace falta irse a un lugar recóndito para toparse con un firme sembrado de baches. Porque aunque siguen siendo las vías secundarias las que peor estado presentan, las autovías y nacionales que discurren por Aragón han experimentando también un notable deterioro. Lo perciben los usuarios y lo constatan los peritos de la Asociación Española de la Carretera (AEC), que en su último informe sobre conservación de infraestructuras sitúan las de la Comunidad en el vagón de cola.

Aragón es, junto con Asturias y La Rioja, el territorio que peores asfaltos tiene. Así lo refleja el estudio llevado a cabo por AEC, que cifra el déficit en conservación y mantenimiento en 6.600 millones de euros, de los que 626 corresponderían a esta Comunidad. Para distintas asociaciones y colectivos vinculados a la carretera y la seguridad vial, este sería uno de los grandes responsables del aumento de accidentes registrado este verano. Solo en Aragón, en los meses de julio y agosto han perdido la vida 15 personas, siete más que en las mismas fechas del año pasado.

En el balance anual, desde que comenzó 2016 se han registrado 36 decesos en la red viaria aragonesa, seis más que en el mismo periodo de 2015. Y aunque la estadística es caprichosa y todavía se puede corregir esta inercia negativa, el hecho es que se ha truncado una tendencia que permitía pensar en acabar el año por debajo de los 56 fallecidos: récord histórico alcanzado en 2015.

Señalización, barreras, luz...

El trabajo de campo efectuado por diez evaluadores de la AEC revela que el firme de las carreteras de Aragón es malo, hasta el punto de que solo en Asturias y La Rioja es peor. La puntuación utilizada para evaluar el desgaste del pavimento va de 0 a 400 y Aragón es calificada con 109 puntos, 38 por debajo de la media nacional. La Comunidad obtiene también la segunda cifra más alta de déficit acumulado por kilómetro (75.977 euros). La señalización vertical, aunque por encima de la media nacional, logra una valoración de 4,7 puntos, catalogada también como "deficiente".

La falta de conservación de este tipo de señales se traduce en que, si bien durante el día su apariencia es buena, por la noche su visibilidad no está garantizada al haber caducado el material retrorreflectante. La señalización horizontal es la única en la que Aragón logra un 5,8, catalogado como "aceptable".

En cuanto a las barreras metálicas, todas las autonomías suspenden, pero Aragón logra la puntuación menos mala, con 4,9 puntos. Respecto al balizamiento, el informe dice que es el único elemento que "goza de buena salud", aunque nuestra comunidad obtiene la peor puntuación de todas: 5,5, lo que equivale a "aceptable". La iluminación es otro elemento que no funciona como debiera y se ha detectado que solo el 11% de las luminarias en funcionamiento presentan un estado adecuado.