La economía aragonesa tiene menos recursos humanos disponibles hoy que hace diez años. En concreto, en la actualidad hay 71.100 jóvenes menos que en 2006 en disposición de trabajar. Es la población activa, personas que trabajan o están buscando un empleo, y que la última EPA cifró en 651.400 aragoneses. De ellos, solo 168.800 tienen entre 16 y 34 años de edad, frente a los 239.900 registrados hace una década.

La principal causa de esta pérdida de músculo productivo radica en la elevada tasa de paro juvenil. La Comunidad alcanza el 15,3% de desempleo en el segundo trimestre de este año, una cifra que entre los menores de 25 se eleva hasta el 37,5%. La falta de expectativas laborales obliga a los jóvenes a buscar alternativas.

La primera, prolongar la etapa educativa. Con la escasez de ofertas de trabajo tras acabar los estudios, muchos jóvenes deciden continuar con su formación (cursos, idiomas, másteres...). Según el Sistema Estatal de Indicadores de la Educación que elabora el Ministerio, en el curso 2008-2009 el 17,3% de los aragoneses de 24 años estaba cursando algún estudio, ocho puntos menos que en el curso 2013-2014 (25,3%).

Como consecuencia, no es de extrañar que una vez encontrado un empleo, se cuente con una formación excesiva para ese puesto. En Aragón, hasta el 40% de los titulados universitarios que son contratados están sobrecualificados.

La otra opción pasa por buscar suerte lejos de las fronteras regionales y nacionales. Según el censo de 2014 elaborado por el INE, cerca de 38.000 aragoneses residen en el extranjero, 2.200 más que un año antes, siguiendo una tendencia que se ha mantenido durante toda la crisis económica. A ellos hay que sumarles los que deciden aceptar una oferta de otra comunidad autónoma, más de 12.000 al año. Sus destinos más habituales son Cataluña, Valencia y Madrid.

Para evitar este goteo de salidas, la DGA ha puesto en marcha planes como el Sistema de Garantía Juvenil de Aragón, que busca que todas las personas jóvenes menores de 30 años reciban una oferta de empleo, educación continua, formación de aprendiz o periodo de prácticas en un plazo de cuatro meses tras acabar la educación formal o quedar desempleados. De momento, un 38,3% de los participantes han encontrado un empleo tras beneficiarse de este programa.

'Ninis'

Peor panorama reflejan aquellos jóvenes que ni estudian ni trabajan, los conocidos como 'ninis'. En Aragón, la cifra sigue creciendo, y en 2014 ya alcanzaba al 19,4% de la población entre 15 y 29 años, según el estudio 'Nivel de Formación, Formación Permanente y Abandono', elaborado por el Ministerio de Educación.

Este año la tendencia parece similar. Eurostat ha actualizado los datos a nivel nacional, y en España los 'ninis' alcanzaron el año pasado el 22,2%, lo que situó al país entre los diez socios de la Unión Europea (UE) con mayor porcentaje.

España además registró el tercer mayor incremento de 'ninis' en la última década, al experimentar un aumento de 9 puntos porcentuales entre 2006 y 2015.