Oración en La Granja y desayuno en familia para despedir el mes de Ramadán

Los más de 55.000 musulmanes de Aragón celebran este miércoles el primer día de Idul Fitr.

Celebración del fin del Ramadán en Zaragoza
Celebración del fin del Ramadán en Zaragoza
Raquel Labodía

El mes del Ramadán terminó este martes por la noche y con él los treinta días de ayuno que ponen a prueba cada año la capacidad de sacrificio y entrega de los musulmanes del mundo entero. En Aragón son más de 55.000 musulmanes los que rompieron el ayuno al caer el sol, poco antes de las diez de la noche, con una cena en la intimidad de sus hogares y una limosna obligada de cinco euros por cabeza para los más necesitados.


Las mezquitas se encargaron por la noche de distribuir lo recaudado entre los pobres y este miércoles toca celebrar a lo grande y a la luz del día la primera jornada del Idul Fitr, la fiesta de la ruptura del ayuno (que dura tres días), y el arranque del Shawwal, el décimo mes del calendario musulmán. En Zaragoza, pese a ser día laborable, unas 7.000 personas se han reunido en el centro deportivo municipal La Granja (alquilado para la ocasión) según los cálculos de la Unión de Comunidades Islámicas de Aragón. Abderrahmen Ben Chaabane, presidente de esta entidad, recuerda que muchos de los fieles están ya de vacaciones y que las segundas e incluso las terceras generaciones de musulmanes aragoneses ya tienen edad suficiente para asistir al rezo aunque sus padres tengan que trabajar.



Deseos de armonía y tolerancia

El acto ha comenzado a las 9.30 y ha consistido en una oración comunitaria al aire libre. Tal y como manda la tradición, los hombres han ocupado las filas de delante y las mujeres han rezado detrás, dejando un espacio de separación y haciéndose cargo ellas de los niños más pequeños.


Ben Chaabane resume el mensaje que ha estructurado la multitudinaria oración de este año: "Con todo lo que está ocurriendo en el mundo y concretamente en el mundo musulmán, hemos pedido por que este año haya más tranquilidad, más armonía y más tolerancia en toda la Humanidad. El Islam, como todas las religiones, llama a la paz, y eso es lo que hacemos nosotros en un día tan señalado como este".



Dulces típicos para un día de fiesta

Tras la oración, Abdehrramen, su mujer y sus tres hijos se juntarán con otra familia amiga para comer. Como son de origen tunecino, seguirán la tradición de su país y estrenarán ropa nueva en el Idul Fitr.


Fawaz Nahhas, presidente de la Comunidad Islámica de Zaragoza, también asistirá al rezo con toda su familia pero ellos proceden de Siria así que los más probable es que él lo haga en traje o con chilaba blanca y su mujer se arregle con "ropa occidental que encaje con su forma de vestir". Nahhas cuenta que incluso sus hijos que están en la Universidad aguantan sin grandes problemas el ayuno, incluso en época de exámenes, y este miércoles lo celebrarán juntándose unas 16 personas para desayunar en casa al estilo sirio: dulces a base de miel y frutos secos.


La familia de Fátima Rabbani también se reunirá con su familia para desayunar dulces típicos de su tierra. En este caso Marruecos. Entre sus hermanos, sus cuñados y sus respectivos hijos Fátima espera recibir en casa a otra quincena de personas. "Cada familia trae algo especial de nuestro país: tortillitas con miel y pasteles, sobre todo". Otros, como la familia de Kamal, no tienen tanta suerte porque no tienen familiares cerca. Ellos viven en Morata de Jalón y su familia está en Marruecos así que han encargado dulces de almendras, nueces y miel para dejar constancia de que es un día especial, pero a sus familiares tendrán que llamarlos por teléfono para felicitarles el Idul Fitr.


Para quienes no tengan que trabajar este miércoles, la celebración se prolongará durante toda la mañana y hasta bien entrada la tarde como forma de contrarrestar el estricto horario de comidas que impone el mes del Ramadán. Durante estos treinta días todos, excepto los niños, cenaban a las diez menos cuarto de la noche y desayunaban a las tres y media de la mañana porque no podían comer ni beber durante las horas de sol.

El mes más solidario

Con el fin del Ramadán termina también el mes de cenas solidarias en las mezquitas. Durante los treinta días que dura el ayuno, los templos organizaban cenas para los más necesitados y sólo en la mezquita del Oliver se juntaban más de sesenta personas cada día al caer el sol. "Las mujeres traían harira (una contundente sopa típica marroquí), preparábamos carne o pescado y ofrecíamos dátiles, postres, zumo y agua", informa Ben Chaabane, uno de los responsables de la mezquita.


Con unos setenta comensales por día, la mezquita de La Almunia es una de las que más necesitados alimenta durante el mes de Ramadán en Aragón. En los alrededores trabajan en verano unos 300 temporeros musulmanes y, según expone el presidente de la asociación islámica del municipio, "muchos no tienen dónde cocinar ni tiempo para preparar la comida". Este miércoles no habrá 'desayuno solidario' en las mezquitas porque, tal y como recuerdan sus responsables, el martes se les dio limosna y el Idul Fitr es una fiesta para celebrar en familia.

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