El Consejo Social de la Universidad de Zaragoza aprobó este viernes, con tan solo dos abstenciones, la propuesta del Rectorado para fijar el coste de los estudios conducentes a títulos de Grado, Máster y Doctorado durante el curso 2016 / 2017.

Esta propuesta, que será elevada al Gobierno de Aragón para su valoración, implica reducir en un 20% las tasas de los másteres universitarios no habilitantes, estudios que hasta ahora costaban 46,8 euros por crédito y que, de ser aprobada la propuesta por el Ejecutivo, pasarán a costar 37,44 euros por crédito.

El Consejo Social aprobó además congelar por segundo año consecutivo las tasas de los estudios de Grado (entre los 13,77 y los 25,83 euros por crédito según especialidad), después de haberlos incrementado un 2% en el curso 2014 / 2015 y un 3,6% en los cursos 2013 / 2014 y 2012 / 2013 respectivamente; subidas que colocaron a la Universidad de Zaragoza entre las cinco universidades públicas más caras de España.

Si la propuesta prospera y es aprobada en su totalidad por el Gobierno de Aragón, como viene siendo habitual, se mantendrán también congeladas las matrículas de Doctorado y de los másteres habilitantes (entre 20,2 y 25,83 euros por crédito).

Por último, el Consejo Social de la Universidad de Zaragoza aprobó incrementar en un 20% el presupuesto de las becas Rector, unas ayudas propias de la Universidad destinadas a sufragar los gastos de matrícula a los alumnos miembro de hogares con pocos ingresos.

Todos los componentes del Consejo Social respaldaron de la propuesta del Rectorado a excepción de dos abstenciones, entre ellas la del representante de los estudiantes por parte de la Universidad, José Antonio Gadea. José Antonio es además coordinador del Sindicato de Estudiantes y, aunque valora positivamente la rebaja de los másteres y el incremento de las becas, considera que habría que abrir el debate sobre los precios de los grados: "Estos años han sufrido unas subidas muy abusivas y deben revisarse a la baja para que las familias puedan recuperar el poder adquisitivo perdido", justifica Gadea.