El presidente de AREA afirma que no se crea empleo con subvenciones ni alargando horarios

El presidente de la Asociación Regional de Autónomos (AREA), Roberto Lagunas, ha subrayado que "no se fomenta el empleo con subvenciones" ni tampoco alargando los horarios o trabajando domingos y festivos y ha instado a cumplir la normativa en materia de conciliación.

En su intervención ante la Comisión de Comparecencias y Peticiones Ciudadanas de las Cortes, Lagunas ha criticado la situación que atraviesan los pequeños autónomos y las pymes, que es "un verdadero desastre" y "totalmente discriminatoria".

Ha reprochado a los diputados que ha habido años para solucionar esta situación, en lugar de ir siempre con "la palabrita" de que hay que ayudar a los autónomos y les ha pedido que "salgan a la calle y estén menos en los sillones".

Sobre las subvenciones, el representante de los autónomos aragoneses se ha basado en informes de la UE para rechazarlas y reclamar a las administraciones que las controlen y que den facilidades a este colectivo para que puedan dar sus propios cursos de formación con su dinero, por ejemplo, con ayudas en los pagos del IRPF o la Seguridad Social.

También se ha mostrado muy crítico con las ayudas a la contratación de jóvenes y de mayores de 45 años, que ha tachado de "barbaridad" y "vergüenza" y se ha preguntado qué ocurre con los demás.

El tono empleado por el presidente de AREA ha sido afeado por buena parte de los representantes parlamentarios, no así por el popular Fernando Galve, quien ha recordado que a ellos les dijeron "de todo" durante la pasada legislatura y nunca tuvieron ningún problema en "dar la cara".

Eso sí, ha asegurado que pisaban la calle antes y la siguen pisando ahora, así como que el Gobierno de España ha tomado medidas que han beneficiado a este colectivo, no como el de Aragón, que ha presentado unos presupuestos teñidos "de morado", en referencia a Podemos, que son "un desastre" y que lo único que ha hecho ha sido "el impuestazo".

Por su parte, Herminio Sancho (PSOE) ha reconocido que "posiblemente" han sido superiores los esfuerzos que les han pedido a los autónomos que los apoyos que les han dado y ha apostado por valorar todas las posiciones en lo relativo a los horarios comerciales.

Román Sierra, de Podemos, ha instado a combatir la figura de los falsos autónomos, que componen buena parte del 35% de este colectivo que está bajo el umbral de la pobreza y ha criticado la "nula capacidad" de las Administraciones Públicas para crear empleo y por empujar a la gente hacia el emprendimiento en lo que ha denominado como un "búscate la vida".

Asimismo, se ha mostrado de acuerdo con las posiciones esgrimidas acerca de los horarios, que perjudican "claramente" al pequeño comercio y ha abogado por la creación de un instituto de crédito y financiación para ofrecer créditos a un interés más bajo que la banca privada, así como por incidir en los sectores menos privilegiados, como los jóvenes y los mayores de 45 años.

La diputada del PAR Lucía Guillén, tras afear su tono a Lagunas y decirle que no viven "en Marte", ha destacado el papel vertebrador de los autónomos en Aragón, ha defendido reforzar las políticas activas de autoempleo juvenil o para la mujer y ha apostado por seguir desarrollando una cultura de apoyo al emprendedor.

Por su parte, Javier Martínez, de Ciudadanos, ha considerado que hay subvenciones que pueden valer y otras que no y, aunque ha reconocido que la actual política impositiva y la dificultad de los trámites no ayudan a este colectivo, ha informado al presidente de AREA que en las Cortes discuten mucho sobre aspectos como la financiación o la conciliación laboral.

En representación del Grupo Mixto, Gregorio Briz (CHA) le ha pedido que no ponga en duda su trabajo, al igual que él no pone en duda el suyo y que haga propuestas concretas, si bien se ha mostrado partidario en lo expuesto en materia de festivos, conciliación y en que las subvenciones no arreglan "apenas nada".

En el turno final, Lagunas ha lanzado la idea de que los trabajadores se jubilen a los 58 ó 59 años, "que ya está bien", para dejar paso a los jóvenes y que, de este modo, volverán a España o no se verán obligados a irse.