El pabellón se llamará Príncipe Felipe y José Luis Abós hasta 2016
Las dos denominaciones coexistirán este año, y el 1 de enero solo llevará el nombre del exentrenador del CAI. ZEC aprueba el cambio pese a los informes técnicos y sin valorar el coste.
Pese a la coexistencia de los dos nombres, el concejal de Deportes, Pablo Híjar, dejó ayer claro que se trata de una "decisión definitiva". El edil señaló que oficialmente el pabellón tendrá estos dos nombres "para no desvirtuar los patrocinios" que tiene este año la celebración del 25 aniversario de la instalación deportiva. "Además, esto nos facilita una transición, un cambio progresivo que se va a hacer con normalidad", añadió. Poco a poco, se irán modificando la identificación interior y exterior del pabellón, así como las señales de tráfico que hay repartidas por la ciudad. Híjar aseguró que el Gobierno aún no sabe cuánto va a costar, aunque avanzó que "no va a suponer un esfuerzo inasumible, obsceno o muy caro".
El citado informe de Zaragoza Deporte recomendaba aplazar a 2016 cualquier cambio de nombre, debido a la programación ya en marcha de la celebración del 25 aniversario. Además, también destacaba el valor de la "marca" del Príncipe Felipe, que ha conseguido "un prestigio y valor de mercado a nivel nacional en internacional". Incluso cuestionaba la idoneidad de llamar a la instalación José Luis Abós, ya que a su juicio el nombre elegido "debería reunir, cuando menos, méritos similares al de personas del mundo del deporte que tienen o han tenido relación con instalación a lo largo de sus 25 años de historia". Híjar opinó que le parece "desagradable" que se planteen "dudas sobre el currículum de José Luis Abós", y destacó que la figura del técnico "representa los valores del baloncesto de forma adecuada".
Además de las objeciones puestas por los técnicos y por el pleno solo CHA apoya esta decisión, el Gobierno tampoco ha tenido en cuenta las siete alegaciones que se han presentado en contra, una de las cuales reúne la firma de un grupo de personas vinculadas al baloncesto en la ciudad.
Híjar añadió al debate sobre el cambio de nombre otro elemento: "Había cierta idea de vender el nombre del pabellón. Se quería cambiar por el de una marca comercial, algo a lo que nosotros nos oponemos. El pabellón es un símbolo de la ciudad y no se vende, pero había intención de hacerlo".