Aunque no parece una cantidad desorbitada, la falta de recursos económicos del obispado de Huesca hace necesaria la búsqueda de otras vías de financiación, como ya se hizo para la reparación del tejado de la ermita de Cillas y del porche de la de Salas. Una cantidad similar es la que hay que invertir en Loreto, cuna de San Lorenzo, pero todavía no se ha conseguido a pesar de las diferentes acciones para recaudar fondos.

El delegado de Patrimonio de la Diócesis de Huesca, José María Nasarre, hizo un llamamiento a la generosidad y resaltó la labor de las cofradías para el mantenimiento de las citadas iglesias. Aunque el obispado hará su aportación, "carece de recursos suficientes para hacer frente a todo", justificó.

La intervención se centrará en la linterna así como en la cubierta, donde habrá que retejar e incluso sustituir alguno de los segmentos, pero la actuación quedará muy limitada a la cúpula de la capilla, comentó ayer el arquitecto Ángel Crespo, encargado del proyecto. En cuanto a los lucernarios, por donde se cuela el agua, se plantearán sustituir el plomo, que se deteriora más y es más pesado, por el cobre, detalló el prior de la cofradía del Santo Cristo, José Luis Estallo.

La entidad, que con más de 1.500 socios es de las más numerosas de la capital, iba a sufragar las obras con recursos propios, pero al apreciar más necesidades ha apostado por recaudar fondos. Para ello, se ha colocado una maqueta que sirve de hucha de la cúpula de la capilla, realizada y donada por el artista Julio Luzán, a la entrada de la catedral, junto a una mesa en la que se venden los recuerdos del santo.

Esta campaña coincide con la novena del Santo Cristo de los Milagros, que se celebra el 12 de septiembre, día en el que fieles de muchos pueblos del entorno de Huesca caminan toda la noche para llegar a las 8.00 a la misa en la catedral. La imagen se traslada al altar mayor, donde permanece para su adoración hasta la otra misa de las 20.00, ambas presididas por el obispo de Huesca, Julián Ruiz.