Con diadema de margaritas amarillas combinando con el verde de su cabello para formar los colores de la bandera jamaicana, Fraser-Pryce tomó la delantera ya en los primeros apoyos, abrió un hueco notable mediada la carrera y se permitió cruzar la meta brazo derecho en alto, festejando por anticipado su victoria.

Campeona olímpica de 100 metros, Fraser-Pryce se convirtió en la primera atleta de la historia que conquista tres veces el título mundial de la distancia, en una exhibición de 10.76 segundos que le permitió relajarse en los últimos metros. Dafne Schippers, campeona de Europa y única atleta de raza blanca presente en la final, se acercó mucho a la jamaicana en el último tramo y obtuvo, junto con un justo premio a su progresión, la medalla de plata con nuevo récord de Holanda (10.81).

La campeona estadounidense, Tori Bowie, recibió el consuelo de la medalla de bronce con 10.86, por delante de la segunda atleta jamaicana, la veterana y laureada deportista Veronica Campbell-Brown (10.91).

Por primera vez en la historia, Kenia, que ya tenía dos tripletes y siete dobletes, copa los cuatro primeros puestos de la final. A continuación de Kemboi, ganador con 8:11.28, llegaron Conselsus Kipruto (8:12.38), Brimin Kipruto (8:12.54) y Jairus Kipchoge Birech (8:12.62), en un final que resultó ser tan apoteósico como fratricida.

En triple salto, Caterine Ibargüen revalidó su título mundial con una marca de 14,90 metros, que le dio su vigésima novena victoria consecutiva en una racha triunfal que emprendió a continuación de la final olímpica de Londres 2012. La israelí de origen ucraniano Hanna Knyazyeva-Minenko obtuvo la medalla de plata con 14,78 y la kazaja Olga Rypakova, campeona olímpica y última atleta que venció a la colombiana, el bronce, con los 14,77 de su último esfuerzo. La sorpresa de la jornada se produjo en el saltadero de pértiga. El canadiense Shawnacy Barber, un advenedizo en la disciplina hasta este año, sorprendió con un salto de 5,90 al defensor del título mundial, el alemán Raphael Holzdeppe, y al plusmarquista mundial, el francés Renaud Lavillenie, que volvió a sufrir la maldición de los Mundiales.

Por otro lado, en la final femenina de 10.000, la keniana Vivian Cheruiyot, campeona mundial en 2011, conquistó su segundo título en un mano a mano con la etíope Gelete Burka en la última recta. Una marca de 31:41.31 dio el triunfo a Cheruiyot, seguida, a 46 centésimas, por Burka. A continuación, llegaron dos americanas: Emily Infeld (31:43.49) y Molly Huddle, que se quedó fuera del podio por sólo 9 centésimas.