Un total de 406 matrimonios de menores de 16 años se han celebrado en Aragón desde 1975, según datos del Instituto Nacional de Estadística. De estos enlaces, en el 93% de los casos, el menor de 14 años era la mujer. 1979 fue el año con más bodas de este tipo: se registraron 31 casamientos (27 eran niñas).

Desde el pasado 23 de julio ningún menor de 16 años puede contraer matrimonio en nuestro país. Así se recoge en la Ley de Jurisdicción Voluntaria que modifica la edad mínima para casarse y la edad de consentimiento sexual -antes fijada a los 13, ahora a también a los 16-. Hasta ahora, se podía contraer matrimonio a partir de los 14 años, con un permiso judicial, o sin él cuando la familia estaba de acuerdo. 

“Me casé con 15 años porque quería hacer vida matrimonial y estar con mi marido”, recuerda Lidia. La boda de esta joven de etnia gitana se celebró hace más de 20 años. Hoy tiene 35 años y tres hijos: dos niñas de 9 y 10 años y un chico de 15. “Les digo que hasta los 25 años no se casen. Tienen que seguir estudiando para poder tener un buen oficio, porque formar una familia conlleva muchas responsabilidades y con 15 años todavía no eres maduro”, dice.

El ejemplo del colectivo gitano sirve para ilustrar esta casi inexistente realidad. 

La presidenta de la Federación de Asociaciones Gitanas de Aragón (FAGA), Pilar Clavería, opina que la edad mínima para contraer matrimonio debería elevarse más todavía. “Con 16 años se sigue siendo una niña y más en el mundo en el que vivimos. Hay tiempo para todo y a esas edades lo importante es estudiar”, añade Clavería. Ella se casó con 18 años y uno de sus 10 hijos contrajo matrimonio a los 16. “La ley gitana exige que con un año de noviazgo, la pareja se tiene que casar. Mi hijo ya trabajaba en la venta ambulante y tanto él como su esposa quisieron dar ese paso”, cuenta Clavería. "Pero cada vez hay menos enlaces de menores de 16 entre los gitanos. Son otros tiempos", detalla. 

Los datos avalan la tendencia a la baja que advierte la presidenta de FAGA. La última boda de menores de 14 que se registró en Aragón fue en 2012. Y, desde 2000 a 2013 hubo 10 bodas de menores de 16 -todas eran niñas- en el territorio aragonés. A nivel nacional, en 2014 solo se casaron cinco menores de 16, según el INE.

“Antes había que ayudar a la familia y ponerse a trabajar o cuidar de los hijos. Ahora tanto los payos como los gitanos son más independientes, sobre todo se nota en la mujer gitana que trabajan igual que sus maridos, estudian y se sacan el carné de conducir”, apunta Clavería quien critica que además de elevar la edad mínima para casarse se tendrían que fomentar las políticas de formación.

Protección de los menores

Esta nueva ley amplía el marco de protección de los menores en España, según el gerente de la Fundación para la Atención Integral del Menor en Zaragoza, Pedro Coduras. Además, continúa Coduras, es una adecuación de la legislación a la evolución socio-cultural de nuestro país. Y, también es una forma de adecuar esta edad a la media europea, ya que España tenía el límite más bajo de la UE. En Francia, por ejemplo, está en 18 años. 

“La modificación es razonable. A los 16 años es cuando se tiene responsabilidad penal y laboral”, apunta el psicólogo, quien señala que desde FAIM han asesorado a algún matrimonio temprano condicionado por ser madre adolescente. “Estos enlaces servían para independizarse de la familia o para regularizar un embarazo. Pero eran tiempos de la España en blanco y negro”, concluye Coduras.