"En la vida se pierde muchas más veces de las que se gana"

Fue un inicio bastante ilusionante, cuando me vi ahí, pensaba que es lo que siempre había soñado. Desde entonces seguimos evolucionando cada año, pero sí que es cierto que aquel año fue muy bueno para mí. Tuve la suerte de estar entre los tres mejores, pero también hay que estar ahí.

¡Y solo hacía tres años desde que tuvo su primer quad!

Sí, gracias a mis padres, porque en casa no querían ni verlos y me costó mucho conseguirlo. Tenía que salir a escondidas con mi padre cuando quería dar una vuelta fuera de casa hasta que fueron cediendo y pude ir a mi aire.

¿Por qué escogió los quads y no las motos o los coches?

El quad es un vehículo que me ha dado siempre confianza, porque es fácil de dominar en poco tiempo. Además, me gusta mucho cogerlo y hacer excursiones con él,

Tengo entendido que su tío Luis tiene mucha culpa de su pasión.

Lo cierto es que el quad me enganchó. Desde que lo vi por primera vez me llamó la atención aquel ‘cacharro’. Recuerdo que me monté enseguida, pero no sabía ni cómo arrancar ni cómo frenar. ¡Absolutamente nada!

Siempre ha dicho que corre porque es lo que más le divierte y que no le importa tanto ganar, un pensamiento poco común en el exigente mundo del deporte.

Creo que no se debe salir a correr con la mentalidad de que no hay nada más en el mundo que ganar y ganar. Normalmente, en la vida siempre pierdes más de lo que ganas, y más cuando te lo costeas de tu bolsillo, como es mi caso. Ese modo de afrontar las carreras te puede costar una caída. Por eso, no pasa por mi cabeza más que disfrutar y que mi gente se lo pase bien conmigo en la carrera.

Va muy bien acompañado a las competiciones.

La verdad que no me puedo quejar. Vienen conmigo mis padres, mi novia Silvia y todo el despliegue de la cuadrilla de amigos que viene a echarme una mano, como mi jefe, Javier Usón. No tengo a nadie que me lleve la moto en un camión ni que me la arregle. Yo me lo guiso y yo me lo como.

¿Sigue entrenando los domingos, cuando tiene tiempo libre?

Sí, claro, yo soy un trabajador, trabajo de lunes a viernes y el fin de semana lo primero es la familia, pero ellos saben que me gusta mucho esto, entonces si el sábado o domingo no entreno en quads, hago una ruta con la bici u otro tipo de deporte.

Mójese. ¿Cuál es su competición favorita del año?

Podría decir que la Baja, pero llega un punto en que son tantas que ya no la corro con la misma ilusión. Me gusta, pero ya le tengo cogida la medida y no me resulta nueva.

Es cierto que no es nueva, pero tendrá algo especial disputarla.

La Baja me fascina porque corro en Aragón, en mi tierra. También cuesta mucho dinero, aunque gracias a Newcar Zaragoza, Desatascos Martínez, A Vista de Drone y los demás patrocinadores puedo competir.

¿Cuál ha sido su momento más dulce como corredor de quads?

Cuando gané la Baja, en 2013. Era una espina que tenía clavada.

¿Y el instante más duro?

Algo que me marcó bastante fue una carrera, creo recordar que en 2010, en la que un coche mató a un piloto. Hemos tenido desgracias, amigos que se han caído o que se han molido literalmente, pero que te quiten la vida porque un tío se meta con un coche y se lo lleve por delante... Podría haber sido yo o cualquiera de los cien que estábamos allí aquel día.

¿Tiene algún referente en lo deportivo?

Siempre me ha gustado mucho Óscar Romero, un gran amigo que era espectacular como piloto, una auténtica pasada.

¿Un sueño por realizar?

Ir a un Dakar sería un sueño, pero ahora mismo me encantaría ir al Mundial de quads de Pont de Vaux, en Francia. Sería increíble, sin duda.