Aunque la continuidad de Luis Enrique está garantizada por los aspirantes, y parece que no habrá vuelta atrás en los fichajes de Arda Turan y Aleix Vidal, peticiones expresas del técnico asturiano, el proyecto del Barcelona para el curso 2015-2016 y los cuatro siguientes se gesta en las elecciones a la presidencia del Barcelona, que se celebran hoy. Tras ocho días de intensa campaña, sin pactos o fusiones previas, concurren cuatro candidatos que en la jornada de reflexión firmaron el manifiesto ‘Compromís de País’ en apoyo de las acciones al derecho a decidir del pueblo catalán en su libre ejercicio de autodeterminación. Josep Maria Bartomeu, dirigente saliente que apuesta por el continuismo, se perfila como favorito, mientras que Joan Laporta, su gran adversario, aboga por el cambio desde su experiencia previa de siete años. Agustí Benedito y Toni Freixa se perfilan como opciones secundarias.

Tienen derecho a voto 109.637 socios del Barcelona, que disponen de doce horas para acudir a partir de las 9.00 a las urnas de las 136 mesas instaladas en una de las explanadas del Camp Nou. La Junta Gestora del club, presidida por Ramón Adell y acusada de extralimitarse de sus funciones y beneficiar a Bartomeu al acometer el fichaje de Arda con un alto coste de 35 millones, más variables, calcula que a las 22.30, aproximadamente una hora y media después del cierre electoral, ya se conocerá al nuevo presidente.

Se repitió la historia de los anteriores comicios y la campaña concluyó sin que cristalizase acuerdo alguno. Entonces, Marc Ingla, Jaume Ferrer y Agustí Benedito hicieron una intentona de lista única a última hora, pero las negociaciones no fructificaron y todos concurrieron por separado, para perder de forma abrumadora ante Sandro Rosell. En esta oportunidad, ha sido Laporta, el más activo y crítico en campaña, quien ha tratado de suscribir algún acuerdo. Ha defendido de manera insistente que sus encuestas revelan que sólo él y Bartomeu tienen opciones de victoria, y otorga nulas opciones a Benedito y Freixa. Las ofertas que les realizó para unirse o retirarse de la carrera se las tomaron como una ofensa y desestimaron cualquier acuerdo.

Al principio fueron siete precandidaturas las que se lanzaron a conseguir las 2.534 firmas necesarias para pasar el corte. Se quedaron en el camino los socios Joan Batiste, Jordi Farré y Jordi Majó. Tras la validación de las papeletas, Bartomeu presentó 8.554 adhesiones, seguido de lejos por las 4.272 de Laporta, las 3.367 de Benedito y las 3.068 de Freixa.

Desde que comenzó la campaña, Laporta, Benedito y Freixa aceptaron el reto de participar en dos debates a los que se negó Bartomeu, que al final sí aceptó el del pasado martes en TV3, donde se escenificó un tres contra uno sin ganador claro. Al último presidente le han acusado, sobre todo Laporta, de estar imputado por el ‘caso Neymar’, de mentir a los socios, de haber incumplido la normativa de la FIFA –organismo que prohíbe al Barça poder disponer de sus fichajes hasta 2016–, y de haber puesto a Luis Enrique contra las cuerdas tras la derrota de Anoeta y su enfrentamiento con Messi, y al despedir a Zubizarreta como director deportivo. Bartomeu, sin embargo, presume de tener el aval de una temporada histórica, con la consecución de Liga, Champions y Copa del Rey.

Laporta, consciente del excelente resultado que le brindó el farol de David Beckham en las elecciones de 2003, ha manifestado que si gana, sería casi segura la llegada del francés Pogba, a quien ya se fueron a fichar, sin éxito inmediato, los hombres de Bartomeu. "Si Laporta es presidente, Pogba tiene muchas opciones de jugar en el Barcelona", indicó incluso en las últimas horas Mino Raiola, representante del centrocampista de la Juventus. Laporta apuesta fuerte y hace suyas las banderas del catalanismo, del modelo implantado por Johan Cruyff, de La Masía y de los valores que transmite Unicef en contraposición con la imagen de patrocinio que representa Catar. La suerte está echada. Hoy se conocerá el 41 presidente de la historia del Barça.