La mujer que quemó el centro salió de la casa y se sentó en una mecedora a ver cómo ardía

Tiene antecedentes por algún episodio violento y los médicos han recomendado su ingreso en psiquiatría.

La mujer sospechosa de haber incendiado la residencia que compartía con dieciocho personas más, ocho de las cuales fallecieron, no parece que tuviera remordimientos cuando vio que el fuego se extendía por la casa de tres plantas y ponía en riesgo la vida de sus compañeros. Al contrario, según manifestaciones de los testigos presenciales del suceso, salió del edificio envuelto en llamas y se sentó en la mecedora del jardín para ver cómo ardía. Mientras esto ocurría, Sara, la cuidadora se afanaba en evacuar a los ancianos alojados en la planta baja, la mayoría de los cuales necesita ayuda para caminar.


La mujer, de 62 años, se encuentra en observación psiquiátrica por recomendación de los médicos, según explicó ayer el consejero de Sanidad, Sebastián Celaya. Añadió que esta persona recibió el alta médica el pasado domingo, puesto que "no tenía casi daños" por el incendio, aunque sí se consideró necesario que fuera vista en la unidad de psiquiatría "debido a su enfermedad anterior". Respecto a esta dolencia, el consejero se amparó en la ley de privacidad y protección de datos para no dar más información.


La Guardia Civil continúa recopilando pruebas para corroborar los testimonios que afirman que la residente, que llevaba cerca de un año en el centro de Santa Fe y tenía un comportamiento conflictivo, se encontraba el sábado alterada ya que había discutido con su hijo. Pasadas las once de la noche, cuando los ancianos ya descansaban, se hizo con un mechero y presuntamente prendió fuego al colchón de una de las habitaciones de la primera planta que estaba vacía. Después, se dirigió a la planta baja y le dijo a Sara que había fuego arriba. Cuando la cuidadora subió a la habitación, las llamas llegaban ya hasta el techo y cogió un extintor que vació por completo en la habitación. La virulencia del fuego era tal que, a pesar de que echó un segundo extintor, no sirvió de nada. Según pudo saber este periódico, al ver que un denso humo negro se estaba extendiendo por toda la casa, la trabajadora bajó a la planta baja, en la que se alojan los ancianos que precisan asistencia, y los fue sacando poco a poco. En total, fueron once los evacuados, la mayoría octogenarios y el más mayor de 99 años.


Todo esto era presenciado desde el jardín por la presunta autora del incendio y, al parecer, con mucha tranquilidad llegó a advertir a la cuidadora: "No entres más veces que se te va a caer el techo encima".


Por eso, cuando los primeros auxilios –vecinos, policías locales de Cuarte de Huerva y miembros del protección civil de esta localidad–­ encontraron a la trabajadora completamente alterada diciendo que la responsable era la mujer de 62 años. De hecho, su hijo fue la primera persona a la que llamó la hija de la dueña del centro para decirle: "Tienes que venir, tu madre ha quemado la residencia".


El equipo de investigación de incendios de Barcelona de la Guardia Civil terminó ayer su trabajo y ahora remitirá su informe al juzgado.

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