Los ocho ancianos dados de alta, realojados en la residencia de Alfamén

Broto: "Están con un ‘shock’ muy fuerte. Queremos dar tranquilidad a las familias y cariño a los mayores".

Los sanitarios trasladan en camilla a uno de los ancianos afectados hasta la residencia de Alfamén.
Los sanitarios trasladan en camilla a uno de los ancianos afectados hasta la residencia de Alfamén.
Macip

Los ocho ancianos que resultaron heridos en el incendio de Santa Fe y que ayer recibieron el alta médica fueron realojados en la residencia de Alfamén, que es municipal, aunque de gestión privada. Dos de sus cuidadoras habituales se trasladaron también a este centro de la comarca Campo de Cariñena para facilitar en lo posible la adaptación de los mayores.


La directora de la residencia de Alfamén, Yolanda Auría, explicó que fue ella misma la que, dado que también vive en Santa Fe, se puso en contacto con la propietaria de la residencia siniestrada para ofrecerle ayuda para el realojo de los ancianos. "Aquí había hueco, hablamos con el Ayuntamiento y no pusieron ningún problema. Poder coger a todos juntos es bueno para evitar que se desorienten aún más y, por eso, también hemos querido que vengan unos días dos de sus cuidadoras habituales", añadió Auría.


El alcalde de Alfamén, Alejandro Gil, también aseguró que ayer por la mañana ya avisó a dos empleadas del Ayuntamiento para que acudieran a preparar las habitaciones. "Sentimos mucho lo ocurrido y por eso nos hemos puesto a disposición de los damnificados para ayudar en lo que estuviera en nuestra mano", añadió Gil.


La consejera de Ciudadanía y Derechos Sociales del Gobierno de Aragón, María Victoria Broto, acudió ayer hasta Alfamén y pudo acompañar tanto a los heridos como a los familiares de estos. "Los ancianos están con un ‘shock’ muy fuerte. Queremos dar tranquilidad a las familias y cariño a los mayores, que es lo que necesitan en este momento", dijo Broto.


Tanto la consejera como la directora de la residencia de Alfamén, que está al frente de este centro desde hace tres años, aseguraron que no habían ni siquiera preguntado por lo ocurrido a los mayores para evitar que tuvieran que recordarlo. "Su memoria puede haberse olvidado y hablarles de lo vivido sería dar un paso marcha atrás", decía Yolanda Auría.


Algunos pudieron comer ya en la residencia de Alfamén y otros fueron llegando a lo largo de la tarde. "Han comido o merendado y están estables, pero les volverá a revisar un médico. Algunos incluso nos han dicho que están muy bien aquí", concretó la directora del centro.


Por su parte, la consejera recordó que las familias habían sido en todo momento muy respetuosas y que se habían mostrado apoyadas y contentas con el traslado de los ancianos y con que hubieran podido salir ilesos de la tragedia ocurrida en Santa Fe.

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