Las denominaciones aragonesas esperan vendimiar 150 millones de kilos de uva

Cariñena y Campo de Borja lideran el aumento de producción, mientras que en Somontano el calor adelantará la cosecha, que podría ser hasta un 20% inferior.

Las cuatro denominaciones aragonesas –Cariñena, Campo de Borja, Somontano y Calatayud– ya están haciendo cálculos. Se estima que, en conjunto, vendimiarán cerca de 150 millones de kilos de uva, unos diez millones más que los obtenidos la campaña anterior. Un incremento que aportarán esencialmente Cariñena y Campo de Borja, donde se esperan incrementos de la producción del 6% y del 15% respectivamente. En Calatayud se prevé una cosecha similar a la del pasado año, mientras que las previsiones de Somontano apuntan a un descenso que, de momento, podría alcanzar hasta un 20%.


De cualquier modo, los responsables de la denominaciones de origen reconocieron ayer que todavía es "algo pronto" para afinar las estimaciones, ya que quedan por delante casi dos meses en los que el clima podría hacer variar notablemente la situación. Especialmente, destacaron, si continúan las olas de calor extremo que sufre Aragón desde hace días.


Precisamente las elevadas temperaturas ya se han dejado sentir en los viñedos de la denominación oscense. Somontano, que siempre es la primera D. O. en comenzar la vendimia, tendrá que comenzar a recoger antes de sus fechas habituales. La ola de calor está haciendo madurar la uva por lo que, según el presidente del Consejo Regulador, Mariano Beroz, la vendimia comenzará a mediados de agosto (habitualmente comenzaba a final de dicho mes).


"La maduración demasiado precoz a veces no es síntoma de una buena cosecha y este verano está siendo atípico. No estamos contentos con el tiempo que está haciendo por el viñedo y si sigue haciendo este calor tendremos que vendimiar muy pronto. No quiere decir que la vendimia sea desastrosa porque en las bodegas tenemos medios y la planta está sana, pero no son las mejores condiciones", señaló Beroz.


Así, se prevé una producción entre un 10% y un 20% inferior que la pasada campaña, cuando se recogieron 15 millones de kilos de uva. Pese a ello, el presidente de Somontano insiste en que todavía es pronto para realizar una estimación acertada, ya que la llegada de tormentas podría aumentar la cosecha.


Alrededor de medio millar de viticultores se harán cargo de las tareas de vendimia, a las que hay que sumar otros tantos temporeros y personal de bodega.


En Cariñena las primeras estimaciones apuntan a una mejor vendimia. Se espera recoger 90 millones de kilos de uva, lo que supone un incremento del 6% respecto a la producción obtenida el pasado año. Eso sí, si el clima lo respeta, como señaló ayer el presidente del consejo regulador, Antonio Ubide, que advirtió que "estos calores en el mes de agosto podrían matar las uvas".


Ubide destacó que hasta ahora las altas temperaturas no han provocado efectos negativos en el fruto porque todavía no se había producido el envero (momento de la maduración en el que se produce el cambio de color de la uva y se considera la cuenta atrás para calcular aproximadamente el comienzo de la vendimia). Por eso, en la D. O. Cariñena se espera que la recolección comience "más o menos" en las fechas habituales, es decir, como explicó su presidente, a finales de agosto se iniciará la recogida de las variedades más tempranas y será a partir del 20 de septiembre cuando comience el grueso de la vendimia.

Las más tardías

Habrá que esperar hasta mediados de septiembre –para las variedades tempranas– para ver a los vendimiadores en las tierras de la D. O. Campo de Borja, donde se espera vendimiar unos 35 millones de kilos de uva, lo que supone un incremento de entre un 10% y un 15% respecto a los 30 millones recogidos en la pasada campaña. "Aunque en garnacha la producción será similar a la del pasado año, hay un aumento de la producción en otras variedades, como la syrah", explicó el presidente del consejo regulador, Eduardo Ibáñez, que señaló que "tal vez sea una casualidad, pero desde que extendimos los sistemas de feromonas para evitar plagas estamos encontrando una muy buena maduración".


Por sus características y la altitud a la que se encuentran sus viñedos Calatayud es la denominación de origen que más tarde comienza la vendimia. El secretario del consejo regulador, Javier Lázaro, destacó que "aunque viene algo adelantada", está previsto que sea a finales de septiembre cuando comience a recolectarse las variedades blancas, aunque no será hasta mediados de octubre cuando la vendimia se generalice. De momento, las primeras estimaciones de esta denominación apuntan a una producción de 12 millones de kilos, cantidad similar a la de la pasada campaña, si bien, destacó Lázaro, "si julio viniera más fresco y con algo de lluvia –el 80% del viñedo está en secano– las previsiones podrían mejorar". O viceversa.

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