El Tour de Francia más abierto
La ronda gala comienza hoy con una contrarreloj en Utrecht (Holanda) sin un claro favorito a la victoria final.
Contador aspira a conseguir un doblete de prestigio tras vencer en el Giro de Italia.
De entre todos ellos, destaca el ciclista madrileño, que tratará de unir el triunfo en la ronda gala al conseguido en el reciente Giro de Italia. Una proeza que nadie ha conquistado desde hace 17 años y al alcance de muy pocos en la historia del ciclismo. El último fue el italiano Marco Pantani, en 1998.
A pesar de la altísima dificultad de llevarse el triunfo en París y la maglia rosa en el mismo año, el corredor pinteño parte como uno de los favoritos de la carrera tras ganar en Italia y demostrar en la Ruta del Sur que sus piernas pueden dar batalla, aunque habrá que ver si aguantan tres duras semanas donde no se prevé tiempo para la relajación.
Ocho años después de su primera victoria en 2007, el español tratará de olvidar su abandono del año pasado, en el que se fracturó la meseta tibial. Además cuenta con una motivación extra, ya que desde su triunfo en 2010, posteriormente retirado, nunca ha vuelto ni siquiera al podio.
El jefe de filas del Tinkoff tendrá varios rivales para acercarse a los Induráin, Merckx, Anquetil e Hinault, que lideran el palmarés del Tour con cinco victorias. El primero de ellos será el británico Chris Froome, ganador en 2013 y que se presenta en Holanda como un serio aspirante tras adjudicarse el Criterium Dauphiné.
El jefe de filas del Sky quiere volver a reinar en los Campos Elíseos de París y olvidar así su último paso por la Grande Boucle, donde se cayó varias veces para despedirse antes de tiempo. Este año ya ha sido capaz de batir a Contador en la Vuelta a Andalucía, pero es seguramente al que más perjudica el recorrido por los pocos kilómetros contra el crono.
Por su parte, y pese a ser el vigente campeón, Vincenzo Nibali aparece como el nombre menos repetido del póquer de favoritos, algo que no preocupa al italiano del Astana, que quiere ser el primero en repetir paseo triunfal en los Campos Elíseos desde Miguel Induráin. La temporada del Tiburón ha sido poco brillante y en las pruebas en las que ha coincidido con sus rivales Tirreno Adriático o Dauphiné ha sido superado y apenas ha sido protagonista. Sus adversarios no deben confiarse, en todo caso, ya que en 2014 se mostró fuerte desde el principio y se acabó llevando el Tour.
Todos ellos deberán superar, desde hoy, un recorrido lleno de trampas desde el primer día, con el temido pavé de nuevo y llegadas en muros. Después, tocarán los Pirineos y cerrarán con los Alpes, con poco más de 40 kilómetros contrarreloj.