Abián se viste de oro en Bakú
El olímpico bilbilitano suma un nuevo éxito en su palmarés y se proclama campeón individual de bádminton de los primeros Juegos Europeos.
El aragonés, en plena madurez deportiva, presume de un nuevo éxito que refuerza su moral y ánimo para su gran meta: Río 2016. "Quiero dedicar este triunfo a todos los que me han apoyado durante todo este torneo y también lo hacen día a día, en especial a mi familia, amigos y club (IES La Orden de Huelva)", resaltaba ayer un "feliz" Pablo Abián, que celebró con rabia y emoción el triunfo en la final ante el danés Emil Holst por 21-12 y 23-21, tras 44 minutos de partido. El olímpico cerró el medallero de España, que concluyó estos primeros Juegos Europeos con un total de 30 preseas: 8 oros, 11 platas y 11 bronces.
Pablo Abián, de 29 años y 15 en la élite nacional e internacional, volvió a escribir una nueva página de oro en una especialidad en la que se crece pese a las adversidades y los obstáculos que se encontrado desde que en 2008 se rompieron las relaciones con la Federación Española de Bádminton.
No solo en la pista, sino también en lo económico. La falta de patrocinios privados y de respaldo público que apoye su proyecto no han acabado con el ánimo y competitividad del jugador, que demuestra en la cancha que sigue siendo el número uno español desde mayo de 2006 y que es firme candidato a participar por tercera vez en unos Juegos Olímpicos, en este caso en Río de Janeiro. Actualmente, el de Calatayud, que hace un mes fue el triunfador absoluto del XXVIII Internacional de España, prueba del Circuito Europeo, es número 43 del ranquin mundial, un puesto que no frecuentaba desde enero de 2003.
Pablo Abián puso ayer el broche a un torneo prácticamente perfecto. Encuadrado en el grupo C, junto al alemán Dieter Domke, el esloveno Iztok Utrosa y el estonio Raúl Must, el bilbilitano encarriló su pase a octavos de final como segundo clasificado tras cosechar dos victorias y una derrota. En la siguiente ronda, Abián se midió ante el primer clasificado del grupo G, el ruso Vladimir Malkov, a quien doblegó en un interminable duelo de noventa y siete minutos por dos sets a uno (25-23, 19-21 y 21-15). Solventado el duro escollo, el internacional certificó su pase a semifinales y aseguró la medalla tras derrotar de manera contundente en cuartos al croata Durkinjak (21-12 y 21-13).
El penúltimo obstáculo de Abián para la pelea por el oro fue el lituano Kestutis Navickas (72 del ranquin mundial), a quien doblegó en semifinales por dos 2-1 (20-22; 21-16 y 21-13), certificando de manera excelente su pase hacia la gran final. "He sido muy competitivo desde el principio en un grupo tan difícil para pasar de ronda y luego seguir partido a partido, remontando marcadores desfavorables y reponiéndome a las adversidades", señalaba ayer el medallista.
Abián agigantó su figura para lograr la victoria en la final ante el número 52 del mundo, Emil Holst, en un duelo donde el aragonés pasó por encima de su oponente en todas las facetas del juego. "Empecé muy activo y controlando el juego, sin dar opciones a mi rival", destacó el olímpico. En el segundo set, con un Holst mucho más metido en el partido, le tocó ir a remolque y aguantar el ímpetu del danés. En esa situación, Abián supo igualar tras recortar una notable diferencia (11-15), y con un gran final, donde la efectividad fue su mejor arma, y en un clima de máxima tensión cerró el set, el choque y la medalla de oro. "Siempre creí que era posible la remontada y lo conseguí finalmente. Estoy muy feliz", concluía Abián.
